Sólo el 6,5% de los detenidos fue a prisión
El año pasado, el primero en el que los Mossos d'Esquadra patrullaron por la ciudad de Barcelona como policía ordinaria, se saldó con 28.048 detenidos, la cifra más alta jamás registrada. De ellos, 15.141 fueron puestos en libertad por la policía. De los 12.907 llevados al juzgado de guardia, sólo 1.826 acabaron en la cárcel. Es decir, el 6,5% del total de los arrestados, la menor proporción que también se recuerda.
En 2005 hubo 21.403 detenciones y 1.764 ingresos en prisión, lo que supuso el 8,24% del total. Y en el año 2000 las detenciones fueron 18.867 y 2.006 acabaron entre rejas. O sea, el 10,75%. Pero es que aquel año, por ejemplo, la policía dejó en libertad sin pasar por el juzgado a 4.337 detenidos. Es decir, el 23,23% de los arrestados, mucho menos de la mitad del porcentaje que se produjo el año pasado por ese motivo, que fue del 53,9%.
La magistrada María José Feliu no cree que los Mossos d'Esquadra detengan más de lo que lo hacía el Cuerpo Nacional de Policía (CNP). En su opinión, la explicación es que ahora hay más agentes patrullando por las calles de Barcelona "porque el CNP estaba en cuadro y no cubría las vacantes". Por eso, añade Feliu, "los Mossos tienen más capacidad para perseguir la delincuencia y detienen más". El problema es que, al final, en el juzgado, los casos no revisten la gravedad suficiente como para enviar a la cárcel al detenido. "Pero la policía ha de detener si ocurren determinados hechos", añade la juez.
Y es que la última reforma del Código Penal convirtió en delito acciones que antes eran falta, como algunos hurtos o comportamientos relacionados con la violencia machista.
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