Cientos de estudiantes protestan en China contra la policía

Cientos de estudiantes se enfrentaron ayer a la policía en Zhengzhou, ciudad de unos cuatro millones de habitantes situada en la provincia de Henan (centro de China), en unos disturbios originados después de que una joven fuera golpeada por inspectores de venta callejera. El incidente se produce cuando acaban de cumplirse 18 años de la represión de la plaza de Tiananmen, que en la noche del 3 al 4 de junio de 1989 terminó con la vida de entre 400 y 2.000 manifestantes.

Las muertes de Tiananmen son un tema tabú en China. Salvo en la antigua colonia británica de Hong Kong, donde se organizó una vigilia que reunió a 55.000 personas en recuerdo de los caídos, en el resto del país no se ha permitido ningún tipo de recordatorio.

En los disturbios de ayer participaron al menos mil personas y se llegó a prender fuego a varios vehículos. Todo empezó cuando una joven estudiante fue golpeada por unos inspectores durante una redada en puestos de venta callejeros. La joven, que perdió varios dientes, se ganaba la vida vendiendo pequeñas mercancías en las calles próximas a los campus, al parecer sin licencia. Un alumno de la Universidad de Zhengzhou aseguró que su ira explotó al contemplar la agresión, y decidió lanzar piedras y ladrillos contra los inspectores.

Unos cien policías, algunos pertrechados con porras eléctricas y escudos, fueron enviados al lugar de los enfrentamientos, sellaron la calle y detuvieron a varias personas, según un estudiante, citado por Reuters.

"Todos los veranos se colocan decenas de puestos en la calle, vendiendo gomas para el pelo y otras bagatelas, sobre todo para las chicas", dijo un profesor apellidado Wu, quien añadió que en los incidentes no sólo intervinieron estudiantes, sino también vendedores callejeros y vecinos de la ciudad.

Otra estudiante, Han Yan, relató: "Esta mañana han aparecido avisos en los centros universitarios, pidiendo a los alumnos que tengamos cuidado al salir a la calle".

Precisamente en Zhengzhou, el pasado año, miles de estudiantes se enfrentaron durante varios días a las autoridades en protesta por unos diplomas universitarios que, según los licenciados, eran de categoría inferior a la que les habían prometido. Según el periódico local Dahe News, seis de los inspectores que velan por la seguridad en los mercados y la calidad de lo que se vende en los puestos callejeros han sido detenidos tras los incidentes, dos fueron despedidos y cuatro han sido expedientados.

Las protestas estudiantiles en China son un asunto muy delicado desde las represiones de Tiananmen, por las que aún cumplen condena decenas de estudiantes en las cárceles. Pero este año han tomado un matiz aún más delicado, dada la proximidad de los Juegos Olímpicos de 2008, con sede en China. Por un lado, las autoridades no quieren extralimitarse en el sofocamiento de las manifestaciones y, por otro, el Gobierno quiere mostrar su firmeza para que las protestas no se extiendan.

Estos disturbios se producen en muchos casos, según los psicólogos chinos, por las fuertes tensiones que los estudiantes sufren en la competitiva carrera por ingresar en la universidad. Precisamente ayer comenzaron los exámenes de acceso a las universidades chinas, una dura prueba en la que más de nueve millones de alumnos de secundaria opositan a algo más de cinco millones de plazas en los centros superiores del país.