Los gobiernos locales de A Coruña y Lugo complican el acuerdo PSdeG-BNG
Socialistas y nacionalistas constatan "dificultades" pero confían en cerrar hoy el pacto
Socialistas y nacionalistas confían en cerrar hoy mismo el acuerdo marco que negocian para asegurarse las alcaldías en las municipios sin mayoría absoluta, entre ellos los de las siete grandes ciudades. PSdeG y BNG mantuvieron ayer oficialmente un discurso optimista, pese a constatar que perviven serias dificultades. Fuentes de ambas organizaciones coincidieron en que los mayores problemas tienen que ver con las ciudades de A Coruña y Lugo. El BNG quiere que el pacto les asegure un teniente de alcalde en cada una de ellas, y el PSdeG prefiere dejar ese punto a la negociación en cada municipio.
Los portavoces de las comisiones de PSdeG y BNG, Ricardo Varela y Francisco Jorquera, aseguraron que "con toda probabilidad" hoy habrá acuerdo. Socialistas y nacionalistas aseguraron que se han producido "avances muy importantes", aunque puntualizaron que aún existen algunos escollos "también importantes", que esperan resolver hoy.
La principal dificultad parece girar en torno a los tenientes de alcalde de A Coruña y Lugo, que el Bloque quiere garantizar en el acuerdo marco y que el PSdeG prefiere que se decidan en la negociación de cada localidad.
Aunque Jorquera señaló ante los micrófonos la existencia de avances, fuentes nacionalistas manifestaron su "decepción" y "pesimismo" y afirmaron que el "acuerdo está muy difícil".
Las mismas fuentes aseguran que los socialistas están haciendo "una lectura absolutamente equivocada de los resultados electorales", lo que les lleva a proponer formulas "que no respetarían" la voluntad de los ciudadanos. Los nacionalistas reconocen haber alcanzado una "gran aproximación" en torno al criterio general de que la alcaldía debe estar en manos de la lista del PSdeG o del BNG que resultó más votada el 27-M. Habría, al mismo tiempo, una única tenencia de alcaldía en poder del socio minoritario.
El problema, aseguran, es que el PSdeG quiere establecer "tres excepciones" a la regla y negar al Bloque la tenencia de alcaldía de los ayuntamientos de A Coruña y Lugo y la vicepresidencia de la Diputación lucense. El BNG atribuye esa pretensión a "problemas internos" del PSdeG con sus alcaldes en A Coruña y Lugo y la califica de "inaceptable". "No digieren los resultados", "trasladan sus problemas a la mesa de negociaciones" y ahora "quieren un traje a medida" en el acuerdo marco, alegan portavoces del BNG.
Fuentes socialistas, sin embargo, sostienen que la negociación está poniendo de manifiesto posiciones muy diferentes dentro del Bloque y aseguran que los problemas para lograr un acuerdo "son menores". El PSdeG insiste en pactar coaliciones en todas las ciudades menos en aquellas en las que la socialista fue la lista más votada (Ferrol, A Coruña y Lugo), lo que dejaría a expensas de la negociación de cada municipio la posibilidad de que el Bloque consiga los tenientes de alcalde que desea.
Las diferencias programáticas también están pesando en contra del acuerdo, toda vez que el Bloque aspira a detallar algunos compromisos y el PSdeG prefiere señalar principios genéricos que no comprometan la autonomía de cada ayuntamiento.
El Bloque quiere que el acuerdo marco establezca un compromiso por parte de ambas organizaciones para impulsar "un nuevo mapa político administrativo" que avance hacia la organización territorial de Galicia en comarcas y áreas metropolitanas. Los nacionalistas aseguran que, pese a que esta pretensión ya figura en las bases programáticas que fundamentaron la coalición de gobierno en la Xunta, los socialistas se niegan a incorporarla a este acuerdo. Según las mismas fuentes, el PSdeG propone una redacción que se pronuncie exclusivamente "a favor de la modernización de las diputaciones".
El Bloque ha constatado dificultades también en materia de urbanismo. Los socialistas, afirman, se niegan a establecer un compromiso para no "monetarizar" los aprovechamientos urbanísticos de los ayuntamientos, así como la decisión de reservar el 40% del suelo urbanizable para viviendas protegidas, una medida que, además, va a ser aprobada por ley en el Parlamento.
Por si esto fuera poco, los negociadores nacionalistas afirman al menos otras dos discrepancias con sus interlocutores. De un lado, la negativa del PSdeG a comprometer que el 30% del presupuesto de los municipios se dedique a empleo y promoción económica. De otro, el rechazo socialista a que los ayuntamientos afectados por el pacto se integren en el Consorcio Galego de Servicios Sociais, un organismo creado por la Vicepresidencia de la Xunta.
En el primer caso, los socialistas rechazan fijar compromisos presupuestarios que corresponden a cada municipio, y en el segundo, proponen establecer únicamente una recomendación para colaborar con la Xunta que no se limite a una única iniciativa como la del Consorcio.
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