Los seis detenidos de los GRAPO poseían material explosivo

El último comando operativo de los GRAPO, que el miércoles fue descabezado en Barcelona, estaba preparado para cometer atentados. Durante el registro al domicilio de uno de los seis detenidos en la operación, la Guardia Civil halló material para fabricar explosivos -pólvora, detonadores y mechas-, así como documentación con datos sobre posibles objetivos, según confirmaron fuentes de la investigación. Los seis activistas históricos arrestados llegaron ayer a Madrid, donde fueron puestos a disposición de la Audiencia Nacional. Están acusados de pertenencia a banda armada.

La importante operación policial permitió detener, entre otros, a Israel Clemente López, de 36 años, y a Jorge García Vidal, alias Jomeini, de 37. A ambos se les atribuye el asesinato de la empresaria Ana Isabel Herrero, ocurrido la noche del 6 de febrero de 2006 en su domicilio de Zaragoza. Un comando de los GRAPO había previsto secuestrar a Ana Isabel y a su pareja a la salida del garaje, pero la mujer trató de huir y recibió varios disparos que acabaron con su vida.

Israel Clemente, Jorge García y Lucio García Blanco, éste de 56 años, integraban lo que los investigadores consideran el aparato militar de los Grupos Revolucionarios Antifascistas Primero de Octubre. Los tres están acusados de un secuestro y de un atraco a una sucursal de Cajamar en Murcia, y ahora están detenidos. De ahí que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, asegurara ayer que "se puede dar por desaparecida" a la organización, al menos en lo que concierne a su estructura militar. "Es el último comando de los GRAPO del que tenemos conocimiento", abundó Rubalcaba, quien matizó que "estas cosas siempre son arriesgadas de decir".

Los otros tres detenidos son José Francisco Cela Seoane, Manuel Ramón Arango Riero e Isabel María Aparicio Sánchez, acusados de herir al director de una entidad bancaria de Castellón durante un atraco. Formaban el aparato político de la banda.

"Imputaciones gravísimas"

La operación se llevó a cabo a raíz de la detención, en junio de 2006, de tres miembros de los GRAPO en Tarragona. Las autoridades esperan que, con los arrestos de anteayer en Barcelona, puedan esclarecerse muchos de los actos delictivos y asesinatos cometidos por la banda. De hecho, Rubalcaba remarcó ayer que dos de los detenidos -Israel Clemente y Jorge García- tienen "imputaciones gravísimas", en alusión a la muerte de la citada empresaria.

La Guardia Civil efectuó registros durante toda la noche del miércoles al jueves en los cuatro pisos donde vivían los miembros del GRAPO. Pero el material para explosivos sólo se halló en una de las viviendas, situada en el número 4 de la calle de Cardenal Tedeschini de Barcelona.

Los investigadores deberán analizar la documentación para determinar si la banda pretendía atentar contra personas o contra entidades bancarias como fórmula de financiación.