El PNV rompe con Batasuna por su "sumisión" a ETA y le acusa de "traición"

El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, acusó ayer a Batasuna y a la izquierda radical de haber "traicionado" su compromiso con las vías políticas y democráticas que el partido que lidera Arnaldo Otegi aprobó en su declaración de Anoeta, en noviembre de 2004. Un compromiso por el que Otegi y su formación se conjuraban con las vías políticas y apostaban por sacar el conflicto de las calles para llevarlo a la mesa de negociación.

El líder peneuvista fue especialmente claro ayer con la actual dirección de la izquierda abertzale al valorar del fin del alto el fuego permanente y la incapacidad de Batasuna de alzarse contra la vuelta de ETA a la amenaza terrorista: "Hoy no conocemos interlocutores válidos en Batasuna", partido al que censuró por su "sumisión" ante los que amenazan con iniciar "una escalada de asesinatos de personas y convierten a seres humanos en dianas de su intolerancia". Imaz dibujó ayer a una dirección de Batasuna sin "capacidad ni coraje para apostar por la política y la democracia".

Con esta ruptura formal con Batasuna, el PNV no renuncia al diálogo como método para acabar con el terrorismo y lograr la paz y la normalización, método que ayer volvió a defender. Pero sí quiso resaltar que es ETA la que ha roto un principio básico, que los problemas políticos y los objetivos políticos tienen que ser resueltos o logrados con la palabra, el diálogo y el acuerdo. Y ante la vuelta de ETA a la violencia, Batasuna ha quedado inhabilitada.

Hay preocupación en los círculos peneuvistas por la nueva situación creada tras la ruptura del alto el fuego y las posibles intenciones de ETA de golpear a este partido. Josu Jon Imaz reconocía ayer en una conversación coloquial que, a partir de ahora, "pintan bastos". De hecho, en la declaración que leyó ayer Imaz en Sabin Etxea, sede de su partido en Bilbao, admitía que precisamente esa apuesta del PNV por la política, la palabra y la libertad, "nos ha puesto frente a ETA".

El líder peneuvista aseguró que los terroristas, con el retorno a la violencia, demuestran que sólo pretenden "imponer su proyecto político frente a la voluntad democrática" de los vascos.

El lehendakari Ibarretxe se refirió, aunque sin citarlo, al nuevo traslado de De Juana a la cárcel de Aranjuez, al asegurar que "la actuación de las instituciones democráticas en la defensa de los derechos humanos no puede ejercerse en términos de acción-reacción". Ibarretxe reunió a sus socios de Gobierno Joseba Azkarraga, de EA, y Javier Madrazo, de EB, en torno al Consejo Político para fijar una posición unitaria tras el fin de la tregua de ETA.

Según dijo, los derechos humanos no se pueden manejar como si fueran instrumentos "al albur de los acontecimientos, como en las últimas horas estamos observando", informa Pedro Gorospe.