Amor en el club de alterne
Vicente Aranda adapta la última novela de Juan Marsé con Eduardo Noriega y Flora Martínez
Djasmina y Jennifer se están peleando por un hombre. Irrumpe el encargado del club de alterne y zanja la disputa: "Un cliente se va con quien quiere". Las dos prostitutas se separan en la larga barra acolchada. La toma es válida. Las jóvenes se relajan y van adquiriendo los gestos propios de Yohana Cobo e Irene Escolar. Las actrices encarnan a dos putas en la última película de Vicente Aranda, basada en la novela de Juan Marsé Canciones de amor en Lolita's Club. Hay muchas más. En la ficción y en su escenario, el muy real D'Angelo de Alicante, uno de los puticlubs más grandes de España. Allí tiene lugar estos días el rodaje. Mientras las actrices actúan por la mañana, las prostitutas descansan en un edificio anexo. Nunca coinciden. No hay decorados. Ni falta que hacen, apostilla un miembro del equipo mostrando las barras de strippers, los múltiples ambientes y el piano de metacrilato.
Parte de 'Canciones de amor en Lolita's Club' se rueda en un prostíbulo de Alicante
Las suites están decoradas con motivos animales. Está la suite serpiente, la suite tigre, la suite leopardo... En una de ellas vive Milena, el personaje de la "puta divina", según la definen Aranda y la bella actriz que la encarna, la colombiana Flora Martínez. A Milena le han arrebatado a su hijo y proyecta su amor maternal sobre Valentín, un deficiente intelectual que la adora y mima. Valentín tiene un hermano gemelo, Raúl, policía violento y autodestructivo de vuelta a casa expedientado por dar una paliza al hijo de un narco. Ambos son interpretados por Eduardo Noriega.
Raúl y Milena acaban protagonizando una relación ¿de amor? "Raúl nunca lo llamaría así, pero sí", matiza Noriega. "Sí, es amor", postula Martínez. "También es amor el amor físico", defiende Aranda.
Valentín llegó al plató el pasado miércoles. El actor estaba especialmente concentrado. Ya había rodado todas las escenas de su contrapunto, Raúl -"que en realidad quiere ser otro y ser amado, como su hermano", apunta Aranda-, y tenía que dar vida al personaje "que es todo emoción y expresividad". Había desechado como referentes actuaciones de Hoffman, Malkovich o DiCaprio, porque sus deficientes estaban "aislados en su mundo" y Valentín es "muy sociable". Noriega se preparó yendo a un centro de atención de deficientes intelectuales de Madrid y ayudando en la cocina, como hace su personaje. El rodaje del miércoles acabó en aplausos del equipo ante el nacimiento de Valentín. "Es un privilegio trabajar con Aranda e interpretar a los gemelos", concluye el actor.
"Está más guapo de Valentín que de Raúl", comenta una figurante. Está tomando el sol junto con otras compañeras, casi adolescentes, seleccionadas en un casting de Alicante. Con sus minúsculas prendas están preparadas para incorporarse en cualquier momento al rodaje dentro de la sala. Hacen tiempo jugando a las cartas, charlando con los trajeados clientes-figurantes o echando una cabezadita. Dentro se está filmando sólo en una parte de la barra. En los sofás esperan su turno la madame encarnada por Sonia Madrid -que pasa el rato leyendo Diario de un ladrón, de Genet- y sus chicas, algunas con expresión entre soñolienta y tediosa. Se rueda una media de dos minutos y medio de película al día.
También Flora Martínez visitó varios clubes de alterne y habló con "las chicas" para perfilar su personaje. "Uno de Madrid me lo enseñó su director. Las chicas creyeron que era una nueva y me miraron como competencia", relata. La actriz tiene la virtud de "la dualidad, de mostrarse vulnerable y fuerte a la vez, como Victoria Abril", señala Aranda. A Martínez le entusiasmó el personaje de Milena ya cuando leyó la última novela de Marsé, con quien se reunió para hablar de ella. "Es un personaje profundo y tiene muchos matices", agrega la intérprete de la impactante Rosario Tijeras.
En la película de Aranda vuelve a interpretar escenas fuertes de sexo. Lo ha hecho por confianza en el realizador y el director de fotografía José Luis Alcaine, pero ya está un poco cansada y, además, le resulta "más difícil" ahora que mantiene "una relación tan linda y satisfactoria".
"No pesan los rodajes, pesan los años", afirma Aranda, que acaba de cumplir 80 años y lleva más de 25 películas a sus espaldas. La que está rodando es su cuarta adaptación de un libro de Marsé. El guión, que incluye numerosos cambios respecto a la novela, es del cineasta. Aranda no está del todo de acuerdo con la opinión del escritor sobre su excesiva fijación por lo escatológico y lo erótico de sus libros. "En lo erótico, sí; en lo escatológico, no", responde.
La película está producida por Andrés Vicente Gómez, Trivisión y CTV y cuenta con un presupuesto de 3,5 millones de euros.
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