Padre islamista, hijo terrorista

Su padre, Alí Benhadj, de 51 años, arengaba a la muchedumbre hace 16 años durante los mítines electorales del Frente Islámico de Salvación (FIS), que codirigía con Abasi Madani. Los islamistas argelinos estuvieron a punto de ganar las legislativas en Argelia, pero un golpe de Estado militar abortó, en enero de 1992, su victoria electoral.

Benhadj fue condenado a 12 años por poner en peligro la seguridad del Estado y los cumplió en una cárcel militar. En 2003 fue puesto en libertad, pero tiene vedada cualquier actividad política y la policía le detiene periódicamente.

El hijo primogénito, Abdelkader Benhadj, de 18 años, no tuvo la oportunidad de arengar a la muchedumbre -el FIS fue prohibido en 1992- y ha optado por el terrorismo. Anteayer apareció en un vídeo, colocado por la rama magrebí de Al Qaeda en algunas páginas web islamistas, que disipa las últimas dudas sobre su paradero.

"Pido al Ejército que no les ataque porque son nuestros hijos", afirma Benhadj tras ver el vídeo

Abdelkader desapareció de su domicilio familiar en Kuba, una barriada popular de Argel, en octubre del año pasado. Primero corrió el rumor de que había sido secuestrado por alguno de los servicios secretos que operan en Argelia. Después se empezó a susurrar que se había ido a pegar tiros al monte con los salafistas argelinos que, en enero, se convirtieron en la rama magrebí de Al Qaeda.

Ante la cámara, Muauia, el apodo que Abdelkader utiliza en el maquis, explicó que se había apuntado a la lucha armada para "aplicar la ley de Alá". Apareció vestido con un uniforme militar y provisto con un Kaláshnikov. Concluyó su soflama invitando a los jóvenes a sumarse al yihad.

El joven estuvo rodeado por otros dos muyahidin, uno mayor y el otro con la cara tapada, ambos marroquíes, según explicaron. Instaron a sus compatriotas a "unirse a la resistencia islámica" en Argelia demostrando así que los salafistas argelinos están logrando incorporar a sus filas a ciudadanos de otros países del Magreb. Después arremetieron contra el rey Mohamed VI y denunciaron la tortura que padecen en Marruecos sus compatriotas islamistas.

Para que quedase claro a qué se dedican, el vídeo concluyó mostrando algunas imágenes de un reciente ataque con coches bomba contra varias comisarías de la provincia de Boumerdes, a 60 kilómetros al este de Argel, en el que hubo que lamentar seis muertos.

Alí Benhadj sigue siendo un radical, pero también es padre y su reacción preocupada lo puso de relieve. "Éstos son nuestros hijos que están en el bosque", declaró a la prensa local después de haber visto el vídeo en la televisión Al Yazira. "¿Qué hay que hacer con ellos?", se preguntó. "¿Exterminarles a todos?".

"Hago un llamamiento a las fuerzas armadas para que no les ataquen porque son nuestros hijos", concluyó el antiguo líder islamista pese a tener prohibido hablar con los medios de comunicación.

En los cinco primeros meses de este año la violencia islamista se ha cobrado en Argelia 182 muertos, muchos de ellos terroristas, según un recuento oficioso que probablemente se quede corto.

Mayo ha sido el mes menos cruento, con tan sólo 17 muertos, y abril el más sangriento, con 81 muertos. La voladura, el 11 de abril, del palacio de Gobierno en Argel y de una comisaría causó 30 muertos y 220 heridos.