El ejercicio habitual eleva el colesterol 'bueno'

Una de las múltiples razones por las que el ejercicio físico regular es bueno para la salud es que eleva los niveles plasmáticos del colesterol bueno, según acaba de confirmar un análisis conjunto (metaanálisis) de los ensayos clínicos realizados entre 1995 y 2006. Aunque el aumento del colesterol bueno en sangre (el unido a lipoproteínas de alta densidad o colesterol HDL) es ligero, se ha comprobado que este aumento ayuda a reducir el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular.

Los 25 ensayos clínicos revisados por el equipo de Satoru Kodama, de la Universidad de Ochanomizu, en Tokio, incluyeron a un total de 1.404 participantes con un rango de edades de 23 a 75 años y un periodo medio de estudio de 27,4 semanas. Para ser incluidos en el análisis, los estudios debían evaluar el ejercicio aeróbico realizado por adultos con un promedio de edad de 20 años o más, especificar mediciones del colesterol bueno al principio y al final del estudio, tener una duración mínima de ocho semanas, y asignar aleatoriamente a algunos participantes a un grupo de deportistas y a otros a un grupo de control integrado por no deportistas.

El análisis combinado de todos los ensayos clínicos dio como resultado que el colesterol bueno aumentó una media de 2,53 miligramos por decilitro en los grupos de ejercicio. La cantidad mínima de ejercicio semanal que pareció necesaria para alterar los niveles de colesterol bueno fue de 120 minutos o el equivalente de 900 calorías quemadas.

El efecto del ejercicio fue mayor entre las personas que presentaban un nivel de colesterol total en sangre más alto (220 miligramos por decilitro o superior), y en los sujetos con un índice de masa corporal de menos de 28. Por encima de 25 se considera que una persona tiene sobrepeso y por encima de 30 obesidad.

"En un estudio anterior de observación se afirmaba que cada incremento de un miligramo por decilitro en el nivel de colesterol bueno está asociado con una reducción de un 2% y un 3% en el riesgo de enfermedad cardiovascular en hombres y mujeres, respectivamente", escriben los autores. "Si se aplicara esta observación a nuestros resultados, el incremento en el nivel de colesterol bueno derivado del ejercicio y determinado por este análisis daría un cálculo aproximado en la reducción del riesgo de enfermedad cardiovascular del 5,1% en hombres y el 7,6% en mujeres.

Esto tiene una importancia potencialmente significativa en la sanidad pública, aunque el efecto de la reducción del riesgo cardiovascular a consecuencia de un aumento del nivel de colesterol bueno podría ser menor que el propiciado por medicamentos como los fibratos o la niacina".

En el metaanálisis o análisis conjunto, sólo la duración del ejercicio, y no la frecuencia o la intensidad, estuvo asociada con un cambio en los niveles de colesterol bueno. Cuando los participantes hicieron ejercicio entre 23 y 74 minutos por sesión, cada incremento de 10 minutos en la duración del ejercicio se correspondió con un aumento de 1,4 miligramos por decilitro en el nivel de colesterol bueno. "Esto indica que, para la mejora de los valores de colesterol HDL en sangre, incrementar el tiempo por sesión es mejor que realizar múltiples sesiones de ejercicio cuando el tiempo total para practicarlo es limitado, como le ocurre a mucha gente", concluyen los autores.