Tres horas para elegir el jurado
El retraso en la selección de los 11 miembros del jurado, que se prolongó durante más de tres horas, impidió la prevista declaración de Segismundo López-Santacruz y su esposa, quienes se pasaron toda la mañana esperando junto a la sala de vistas. Frente a talante educado del ex director cuando fue requerido por una periodista, Laura Hernández se mostró airada y poco dispuesta a realizar cualquier comentario.
Iniciado el juicio, los dos imputados, ya sentados en el banquillo de los acusados, apenas intercambiaron comentarios pese a que se hallaban uno al lado del otro. A López-Santacruz se le vió inquieto cuando la acusación particular habló de corrupción y cobro de comisiones o de los "trucos para meter la mano", según el letrado de AENA.
La sesión se demoró por la resistencia de los aspirantes a formar parte del jurado. Incluso tuvo que acudir un forense para comprobar la enfermedad (una gripe) aducida por uno de ellos, finalmente recusado por la defensa. "Ya hemos visto el rechazo que han tenido a formar parte de este jurado, pero ahora les pido que actúen con responsabilidad", solicitó la fiscal.
El juez decidirá hoy si se acepta la inclusión de tres nuevos testigos en la lista de 40 previstos: los dueños de un piso de Pamplona que era propiedad del ex director y una empleada de una immobiliaria. López-Santacruz presentó en 2004 un documento de compraventa del mismo por 186.000 euros, para así justificar parte de sus ingresos, pero hace unos meses envió al juzgado otro en el que figuraba la cifra de 336.000. El caso ha pasado a un juzgado de Pamplona por posible falsificación. Los dueños han declarado que pagaron 186.000 euros y que sus firmas han sido falseadas.
