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Entrevista:DÁMASO CASADO | Secretario general de UGT-Euskadi

"Es tan difícil pactar con la patronal como con ELA"

Dámaso Casado (Otero de Guardo, Palencia, 1955), secretario general de UGT Euskadi, atraviesa el ecuador de su segundo mandato con una alta dosis de "pragmatismo sindical", en busca de la unidad de acción. Por eso el cuarto sindicato vasco mantiene abierta la relación con LAB en temas laborales, sin entrar en ideologías. Sin embargo, es muy crítico con ELA.

Pregunta. Las elecciones del 27 de mayo mostraron un cambio de escenario en la política. ¿Es imposible el mismo giro en lo sindical?

Respuesta. Imposible no hay nada. El miedo y el terror han afectado a nuestros delegados. Ahora hay ilusión de que se traslade a las empresas lo que pasa en la política.

P. ¿Achacan los malos resultados de su sindicato a ETA y a la persecución de muchos años?

"La economía va bien y no se está aprovechando. Euskadi es la única comunidad autónoma en que se pierde poder adquisitivo"
"Está clarísimo que tenemos un Gobierno de derechas, que desprecia a los sindicatos. Los departamentos van por libre y no se hace nada"
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R. Sí. Durante muchos años ha sido una realidad. La gente de la UGT tenía miedo. Nos atacaban y quemaban las sedes, amenazaban a los cuadros del sindicato. Podemos empezar a superarlo empresa a empresa.

P. ¿Hay gente dispuesta a presentarse a las elecciones?

R. Sí. En las empresas nuevas donde podemos hacer candidatura estamos logrando buenos resultados.

P. ¿ELA es imbatible? Está por encima del 40% de la representación y no hay quien le baje.

R. Las elecciones sindicales son muy complejas, y la falta de recursos nos afecta. A ELA le sobran recursos, lo que le permite entrar en las empresas nuevas. En las antiguas, donde ELA ha intentado hacer política excluyendo a los demás, le ha ido mal. Ha bajado en montones de empresas de referencia en Euskadi y mantienen la representación global por empresas nuevas.

P. ¿Por qué no llegan ustedes a la Administración?

R. El sector público es complejo. Nosotros en el Gobierno hemos subido, pero es muy insuficiente. La gran mayoría de la estructura de la Administración vasca la hicieron nacionalistas que promovieron a los sindicatos nacionalistas. En estos momentos, el que más sube es LAB, y pierde ELA, al que empieza a afectarle la actividad sindical diaria.

P. El sindicalismo vasco parece vivir en una foto fija.

R. Es muy complicado. Cuando se habla de movimientos, nos referimos a décimas. Como elemento positivo hay que destacar la ruptura de los frentes nacionalistas no nacionalistas. Es cierto que no hay una unidad de acción, pero llegamos a acuerdos puntuales unos con otros. El diálogo social no sólo depende de los sindicatos, también del Gobierno, y no parece que apueste por él. Hay avances muy lentos, menos de los que quisiéramos.

P. ¿La unidad es posible?

R. Creemos que sí. Damos pasos en esta dirección. El único sindicato que pone trabas concretas es ELA. O se suman todos a lo que dice, o lo demás no vale. Debe recapacitar porque no lleva a ninguna parte. No tiene lógica estar enfrentado al resto de los sindicatos, a la patronal, al Gobierno, a los partidos, a todo.

P. ¿Será más fácil tras la jubilación de su secretario general, José Elorrieta, dentro de un año?

R. La verdad es que las personas influyen mucho en todas las organizaciones, pero habrá que esperar para ver si en los nuevos congresos también hay cambios de posiciones.

P. ELA mantiene que UGT y CC OO no respetan las mayorías en Euskadi e imponen sus decisiones desde Madrid.

R. Esa es una de las cosas que dice ELA que no se corresponde con la realidad. Reconocemos la pluralidad y que ELA es el sindicato mayoritario en Euskadi. Ojalá que esa responsabilidad la ejerciese para mejorar las condiciones de trabajo. Los acuerdos de diálogos sociales benefician a los trabajadores de Euskadi, y aquí no existen. ELA critica a los demás lo que hacen en positivo para los trabajadores, cuando ellos no hacen nada.

P. ¿Qué resulta más fácil, pactar con la patronal o con ELA?

R. Es tan difícil pactar con la patronal como con ELA. Aunque defienden posiciones distintas, coinciden en los objetivos, que no haya negociación colectiva. Está siendo dificilísimo pactar con la patronal, que se ha crecido con la división y quiere reducir las condiciones logradas.

P. No se aprovecha un momento favorable de la economía.

R. Los empresarios tienen unos beneficios muy altos. La economía va muy bien y, sin embargo, el reparto de la riqueza no está beneficiando a los trabajadores. Euskadi es la única comunidad de España donde se pierde poder adquisitivo. El otro gran beneficiado son las administraciones que, además, bajan los impuestos a los empresarios.

P. ¿El Gobierno es un jugador de parte?

R. Está clarísimo. Estamos ante un Gobierno fundamentalmente de derechas, aunque tenemos dos partidos que se dicen socialdemócratas y de izquierdas. No hay políticas hacia los trabajadores. No sólo no hay diálogo social, sino que no se hace nada.

P. ¿El País Vasco tiene un bonito lote de órganos laborales (CES, CRL, Osalan, CES y Hobetuz) que sirve para poco?

R. Las instituciones están en crisis profunda o en coma profundo. Por ejemplo, en el Consejo de Relaciones Laborales no hay presidente. En marzo el lehendakari [Juan José Ibarretxe] tenía que haberlo nombrado y no lo ha hecho. ELA lo ha abandonado. Osalan hace reuniones pero sin ningún tipo de acuerdo. En el CES el derecho de veto impide que haya dictámenes. Habría que hacer autocrítica.

P. ¿Quién es el mayor responsable de ese bloqueo?

R. Tenemos un lehendakari que está todo el día de fiesta, en actos de todo tipo, pero que no toma una sola iniciativa para abordar el diálogo social. Se lo hemos pedido un montón de veces, privada y públicamente. Con los empresarios se reúne permanentemente, todos los días. Con los sindicatos sólo en temas muy excepcionales y de largo en largo. Está clarísimo que tenemos un Gobierno de derechas, que desprecia a los sindicatos. Como no hay un apoyo por arriba, cada departamento va por libre y no se hace nada.

P. ¿La siniestralidad es incontrolable?

R. Lo primero es que todos, empresarios, trabajadores y Administración nos concienciemos de que es un tema en el que no debe haber debate ideológico. Osalan debería marcar estrategias y hay que exigir a los empresarios que cumplan la ley a rajatabla.

P. ¿No hay responsabilidad de los trabajadores por no usar los sistemas de protección?

R. Hay trabajadores que no están concienciados. Se les puede sancionar, y para eso debe vigilar la empresa. Los empresarios deben formar y las administraciones aumentar el número de inspectores, ser más ágiles.

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