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Reportaje:Tenis | Roland Garros

Íntimos enemigos

Nadal, "con nervios y presión", se juega hoy contra el duro y orgulloso Hewitt el pase a los cuartos

Lleyton Hewitt es un gran publicista. Su boca escupe frases redondas a ritmo de anuncio. Cuando tiene que explicar cómo enjugó una desventaja de dos sets ante Gastón Gaudio, el australiano se disfraza de presidiario. "Me escapé de la cárcel", dice. Y, cuando se le pregunta por su orgullo magullado, por su caída en la clasificación y por su vuelta a la élite, usa cuatro palabras: "Volví a lo básico".

Hewitt juega hoy contra Rafael Nadal por un puesto en los cuartos de final. Son dos enemigos íntimos. Hace un año lucharon en el mismo escenario. Ganó Nadal. Y hace dos semanas, en Hamburgo, disputaron una semifinal que pudo caer de cualquier lado. Ganó Nadal. La pista Philippe Chatrier, con su viento endiablado y sus dimensiones desorientadoras, espera un encuentro sin prisioneros. Duro. Muy peleado. "Rafa tiene la actitud de 'nunca me des por muerto", dice Hewitt; "cuando entremos en la pista, entraremos en zona de batalla".

"Nadal llega a un montón de bolas", dice el australiano, "pero su servicio no es gran cosa"
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Nadal ya está en cuartos

Nadal cumplió ayer 21 años y se declaró "nervioso" por boca de Toni, su tío entrenador: "Es una competición difícil y te presiona la tira". El campeón se entrenó con música de fondo, el cumpleaños feliz cantado por el público. Y tuvo un compañero de peloteo, Gastão Elias, que tiene chicha: el júnior portugués practicó con Roger Federer, que jugará en los cuartos con Tommy Robredo, durante el Masters de Montecarlo.

Los Nadal afrontan el reto de Hewitt pensando en Rod Laver. Resulta que Laver, el zurdo de oro del tenis australiano, perdió dos veces contra el colombiano Iván Molina, técnico de Gastão. Toni, que es un amante de la historia, se enteró ayer. Y se quedó patidifuso. "¡Dos veces! ¡Dos veces! ¿En tierra?", preguntó incrédulo. Molina ganó a Laver, el mejor australiano de siempre. Y Nadal, coincidencia o casualidad, busca hoy los cuartos de final de Roland Garros ante su último heredero.

- Las piernas de Nadal, según Hewitt. "Nadal llega a un montón de bolas", dice el australiano. "La tierra le da un poco más de tiempo para llegar y sacar algo en claro. Sobre la hierba o en pista rápida, puedes alejar la bola de él más rápido y luego cruzársela. Obviamente, su servicio tampoco es una gran cosa. Es zonal", continúa; "su juego agota a un montón de jugadores. El mío, también. Sobre esta superficie intenta devolver tantas bolas como pueda y hacer sentir al contrario que su lado es muy pequeño. Por eso, muchos arriesgan contra él. Yo no quiero que me fuerce en ese tipo de juego demasiado".

- Las trampas de la central. La Philippe Chatrier, con sus metros y más metros tras la línea de fondo, exige un periodo de adaptación. Nadal cree que ya lo ha pasado. ¿Cuáles son los problemas? "La pista es demasiado grande y, sin querer, te tira para atrás", explica en español el ruso Igor Andreev; "te vas más atrás y eso hace que no llegues a alguna bola, que juegues un poco tarde y te quedes corto". Nadal, además, apunta el factor del viento. "Hace como remolinos", dice; "es una pista difícil. Me cuesta encontrar buenas sensaciones, aunque sería tonto quejarme. Nunca he perdido ahí".

- Preparar un partido en 20 minutos. "Cuando juegas con Hewitt, piensas que a lo mejor conviene moverle", dice Toni. "Saca muy bien. Yo le hablo a Rafa del partido 20 minutos antes de entrar", continúa; "tiene que intentar jugar a su nivel, porque cambiar... ¡Ya tenemos problemas para meterla dentro haciendo lo que sabemos!".

- Nunca ceder la pista. Nadal tiene su propio plan. "Tengo que trabajar el partido", dijo en rueda de prensa. "Sé que tengo que intentar no cederle la pista, que no me coja bolas delante y las aproveche para subir el ritmo. Tengo que jugar un poco más agresivo, sobre todo al resto", continuó; "el juego lento me beneficia a mí. Está sacando a un alto nivel. Está muy en forma. Hay que romperle el ritmo. Intentar que no coja la iniciativa".

- El ojo crítico de Toni. ¿Qué destaca del torneo de su pupilo? "Que estamos en juego. Rafa no jugó muy bien ningún partido", resume. "Creo que estamos entrenándonos muy bien y espero que hoy ya acabemos de llegar a un buen nivel. El año pasado tampoco jugó muy bien al principio", cierra. "El comienzo del torneo me ha costado bastante por los nervios, pero ya ha pasado. La primera semana es difícil. Hay presión", dice Rafa.

Lleyton Hewitt se prepara para devolver una bola en su encuentro de la tercera ronda frente a Jarkko Nieminen.
Lleyton Hewitt se prepara para devolver una bola en su encuentro de la tercera ronda frente a Jarkko Nieminen.ASSOCIATED PRESS

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