La sociedad civil de Tarragona diseña un plan estratégico al margen de los políticos

"El Camp de Tarragona necesita un espejo para tomar conciencia de su realidad colectiva y de su propia personalidad". Éste es el papel que pretende tener el plan estratégico que ha anunciado la Mesa Socioeconómica del Camp de Tarragona, una asociación en la que se integran la patronal, los sindicatos, la Universidad Rovira i Virgili (URV) y la sociedad civil en general, sin ninguna representación política.

La URV ha albergado el acto con el que se ha iniciado la iniciativa, que con el liderazgo universitario, pretende empujar a las administraciones catalanas a diseñar políticas comunes que tengan en cuenta todo el territorio denominado Camp de Tarragona- Priorat, Baix Camp, Alt Camp, Conca del Barberà, Baix Penedès y Tarragonès- entendido como un modelo que adolece de necesidades comunes y precisa soluciones globales, según han declarado los promotores de la iniciativa.

Seis grupos de trabajo entre 15 y 18 investigadores de la URV debatirán el diagnóstico del Camp de Tarragona, desde el estado de sus instituciones, la actividad económica y el territorio, con el objetivo de concluir su labor antes de que acabe el año. Este proyecto sustituye a otro anterior creado por las instituciones políticas que se plasmó en 2001 con la creación de un consorcio que con el paso del tiempo se ha demostrado absolutamente inoperante.

"El Camp de Tarragona tiene conciencia de sí mismo desde 1274 cuando 83 municipios se reunieron ante una amenaza común: los tributos del arzobispo. Hoy sigue teniendo carácter propio, como contrapunto a la vorágine centrípeta de Barcelona", señaló ha señalado el rector de la URV, Francesc Xavier Grau.