Tráfico duplica los controles de alcoholemia en todas las vías

A José Manuel Barroso le gusta conducir. Condenado a moverse en silla de ruedas tras sufrir un accidente de moto a los 16 años, apoya las campañas intensivas para alertar de los peligros de mezclar volante y alcohol. Este joven de 23 años recordó ayer a los conductores lo peligroso de buscar CD?s de música en la guantera o responder llamadas al volante. Como él, otros lesionados medulares colaboran en la campaña de la DGT.

Es viernes, hora de sobremesa, y en el peaje de Macenda, donde la Autopista del Atlántico enlaza con la autovía del Noroeste, los conductores salen airosos del control de alcoholemia que la DGT programó ayer para lanzar su campaña de concienciación. En ella los agentes estarán acompañados por lesionados medulares. Nadie dio positivo y más de la mitad se prestó a charlar con uno de los voluntarios en silla de ruedas de la Asociación de Lesionados Medulares Aspaym que participan en esta iniciativa. Durante las próximas semanas, la escena se repetirá en las carreteras gallegas a cualquier hora del día o de la noche. Serán 20.000 controles, el doble de lo habitual, para llamar la atención sobre los peligros de mezclar alcohol y volante, y velocidad excesiva.

Las cifras de conductores que superan la tasa de alcoholemia (0,25 miligramos en litro de aire expirado) están en continuo descenso, al igual que los denunciados por no llevar cinturón de seguridad. Y sin embargo más de la mitad de las víctimas registradas en las carreteras gallegas en mayo infringían una o incluso ambas normas. La gente está cada vez más concienciada, confirma el teniente de la Guardia Civil de Tráfico Jesús del Río. Pero sigue habiendo demasiados accidentes, sobre todo entre los jóvenes. Velocidad y alcohol fueron la causa mayoritaria de los 52 menores de 30 años que perdieron la vida el año pasado en Galicia, recuerda Pedro Pastor, jefe provincial de Tráfico en A Coruña. "Se bombardea mucho en los periodos de vacaciones o de navidad sobre las muertes por conducir bebido, pero nunca se habla de los lesionados, de los que quedamos minusválidos o incluso en estado vegetativo que es peor que morir", destaca Manuel Braje. Recluido en silla de rueda desde hace seis años tras recibir una descarga electrica en un accidente laboral, cree en el impacto de esta campaña, "cuando menos para reflexionar un rato". Ayer, sólo la mitad de los automovilistas aceptó, tras superar el control de alcoholemia, la invitación a charlar con Braje o sus compañeros. El enjambre de cámaras y periodistas presente animó, reconocen los voluntarios de Aspaym, a la participación en esta campaña. "Aunque se nota que hay mayor concienciación", asegura Luis Varela, también minusválido y contento de que esta iniciativa saque a la calle a las personas en sillas de ruedas, habitualmente "recluidas en casa", donde nadie les ve ni se da cuenta de cualquier fallo al volante puede "acabar en tragedia para toda la vida", dice. La mayoría de los conductores que se prestaron a hablar con los lesionados eran mayores de 40 años. Un joven, al volante de su Golf, se declara, no obstante, "realmente impactado" por la campaña. "Los accidentes nos parecen lejanos, yo zapeo cuando veo anuncios de Tráfico pero aquí la relación es directa entre el conductor y el minusválido en su silla de ruedas".

En una furgoneta repleta, un grupo de jóvenes abre las ventanillas para escuchar a Braje. Es el equipo de remo de O Grove que viaja a Gijón para disputar el campeonato de España, que ya ganaron el pasado año. "Tener cuidado, que os quede grabada nuestra imagen, en silla de ruedas", pide el minusválido.

Cada año, en Galicia, hay 35 nuevos lesionados medulares, el 80% debido a un accidente de tráfico. La media supera con mucho la del resto de España. Los voluntarios de Aspaym acompañarán a los agentes en controles instalados en zonas comerciales o de ocio y restauración. "No es por las noches y en fin de semana cuando más positivos se registran", destaca el teniente Del Río, "sino tras las comidas o incluso por la mañana".

Al responsable de Tráfico en A Coruña, le preocupa sobre todo el aumento del número de mujeres que se incorporan al colectivo de positivos en la prueba de alcoholemia.