El juez Marlaska ignora al fiscal y reabre un proceso contra Otegi

El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska ignoró ayer el criterio del fiscal y acordó la reapertura del sumario contra Arnaldo Otegi por el homenaje al etarra Arkaitz Otazua, muerto en septiembre de 2003 en un enfrentamiento con la Ertzaintza. Marlaska había archivado el caso provisionalmente por falta de pruebas, pero la existencia de un vídeo del homenaje le ha decidido a reabrirlo.

La decisión ha sido adoptada de oficio, ya que el fiscal de la Audiencia Nacional había expresado previamente que no apreciaba que existieran razones suficientes para continuar con la instrucción del proceso por delito de enaltecimiento y manifestación ilegal que se inició en el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco como consecuencia de una querella del fiscal.

El magistrado había sobreseído provisionalmente la causa por entender que no había pruebas suficientes para abrir la fase de juicio oral. Sin embargo, tuvo conocimiento de la existencia de un vídeo que Antena 3 poseía de la manifestación celebrada en Bilbao el 29 de septiembre de 2003, seis días después de la muerte de Otazua en el alto de Herrera (Álava) en un tiroteo con la Ertzaintza.

Marlaska reclamó el vídeo y tras verlo en presencia del fiscal y de la abogada de Otegi, Jone Goirizelaia, que también estuvo imputada por esta causa, decidió reabrir el caso. El juez precisa que las palabras pronunciadas por Otegi durante la manifestación, "conforman en grado de seria probabilidad un elemento que corrobora con la suficiente potencialidad la comisión de los hechos originariamente objeto de la querella formalizada por el Ministerio Fiscal, y la correlativa proporcionalidad de ordenar la reapertura de la causa y retrotraer la misma a su fase de instrucción".

Respecto al delito de manifestación ilegal, el juez destaca que "desde el inicio, (...) independientemente de las pancartas con el eslogan que se había anunciado, se conjugaban otra serie con el retrato y loas" a Otazua.

El juez explica que "el hecho de que tomara parte activa la plana mayor de la ilegalizada Batasuna" y que Otegui tomara la palabra al final de la manifestación, recordando la suspensión y posterior ilegalización de Batasuna y realizando "continuas loas o exaltaciones al terrorista Arkaitz Otazua, únicamente permite concluir, y en grado de seria probabilidad sobre la participación en un delito de manifestación ilegal y/o enaltecimiento del terrorismo" por los miembros de Batasuna y asistentes al acto.

Marlaska recuerda que el delito de enaltecimiento del terrorismo conlleva la justificación pública de actuaciones o acciones terroristas y que eso es precisamente lo que hizo Otegi. Así, señala que "inicia su disertación con la expresión 'Viva Euskal Herria libre, viva el soldado vasco'", en alusión al terrorista fallecido. Posteriormente hace alusión a la muerte de dicho terrorista como elemento distorsionador de la política vasca; refiere como había sido asesinado por la ertzaintza, cómo tenía 24 años, era abogado y conocedor de cinco idiomas, "así era Arkaitz, militante de ETA".

Según el juez, "las manifestaciones anteriormente aludidas conforman con la suficiente razonabilidad una expresión de enaltecimiento y justificación de las actividades terroristas" de Otazua.