La firma de hipotecas sobre pisos cae el 3,5% en un año
El importe medio se acerca a 150.000 euros, un 6,3% más
Los españoles formalizaron en marzo 116.636 hipotecas sobre viviendas, más de 4.000 menos que en el mismo mes del año pasado. Una variación del 3,5%. Esta caída, que llega justo en el momento de desaceleración del sector inmobiliario, no implica que a las familias les salga más barato endeudarse para comprar un piso. Al contrario: la hipoteca media, de 147.268 euros, es ahora un 6,3% superior a la de hace un año.
Los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística confirman una tendencia: menos hipotecas, pero más caras. Al mismo tiempo que el enfriamiento del ladrillo hace que se firmen menos créditos, su importe medio aumenta poco menos del 7,2%, que fue la tasa interanual a la que crecieron los precios de la vivienda en el primer trimestre de 2007.
Además, cada vez más personas cambian las condiciones de su hipoteca. En marzo, fueron más de 27.000, la gran mayoría de éstas concedidas para financiar la compra de una vivienda. El porcentaje de créditos a tipo fijo se reduce significativamente, ya que la mayoría pasa a estar referenciado a un tipo de interés variable.
La mitad de estas modificaciones respondía a la escalada experimentada por el tipo de interés oficial, el que marca desde Francfort el Banco Central Europeo, que no ha parado de crecer en los últimos meses. Del 2,25% de principios de marzo de 2006 hasta el 3,75% actual.
Y este aumento ha arrastrado al Euríbor, el indicador al que casi todas las familias tienen referenciada su hipoteca. Este mes ha llegado al 4,37%, mientras que en marzo de 2006 se situaba en torno al 2,9%.
Mientras que en algunas comunidades como Murcia o La Rioja el número de hipotecas formalizadas cayó más de un 25% respecto al año pasado, en Extremadura aumentó en un 25,6%. Por importe hipotecado, las regiones que más crecieron fueron Extremadura y Cantabria.
Un modelo no permanente
Desde varios ámbitos de la economía llegaron ayer opiniones sobre la desaceleración inmobiliaria. El ministro de Economía, Pedro Solbes, dijo en el Senado que el modelo actual de construcción no puede ser permanente y que los puestos de trabajo que se pierdan deberían trasladarse al de servicios. Según Solbes, el crecimiento actual es más equilibrado porque el "excesivo" dinamismo de la demanda interna "se está corrigiendo".
El Banco Popular considera que la "ralentización" inmobiliaria no desembocará en una crisis. Su consejero delegado, Francisco Fernández-Dopico, señaló: "La morosidad de nuestros créditos hipotecarios está muy lejos de ser preocupante; capearemos las dificultades". También hablaron en el BBVA, cuyo Servicio de Estudios emitió un informe en el que se dice que la actual desaceleración de los precios de la vivienda es la más suave, aunque persistente, de las registradas en los últimos 30 años.
E incluso el presidente de Endesa, Manuel Pizarro, vaticinó que la economía registrará una caída en el precio de sus activos, incluidos los inmobiliarios. La razón: que en los últimos años se han inflado como consecuencia de unos tipos de interés negativos en términos reales.
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