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El fiscal pide 183 años para una mujer que asesinó a dos ancianas

Encarnación Jiménez, la 'mataviejas', atacó y robó a 17 jubiladas

Álvaro Corcuera

"Me puso una mano en la boca y otra en la nuca, me amordazó, cogió el pijama de mi marido y me ató a la cama". Después, Antonia Gordillo, jubilada de 70 años, vio cómo Encarnación Jiménez, de 42 años, desvalijaba la casa delante de sus narices. Le robó 900 euros en efectivo y joyas por valor de 590 euros.

La mujer que le atacó, conocida como mataviejas, cometió presuntamente otros 16 robos con violencia. En dos de ellos, terminó además con la vida de sus víctimas, a las que ahogó. La mataviejas logró un botín de unos 23.000 euros entre todos los robos cometidos, sucedidos entre abril y julio de 2003.

El juicio contra la mataviejas se inició ayer en la Audiencia Provincial de Madrid con la declaración de la acusada, que respondió a la mayoría de las preguntas del fiscal y la acusación particular con un "no sé" o un "no me acuerdo". El abogado de Encarnación se centró en el pasado y presente psiquiátrico de su defendida. "¿Tiene crisis convulsivas desde los 14 años?", "¿Le han hecho un seguimiento en un centro de salud mental desde los 24?", "¿Ha recibido tratamiento psiquiátrico y apoyo en la cárcel?", preguntó. Encarnación respondió lenta pero afirmativamente a todas. La acusada se mostró fatigada y la juez del caso se interesó en más de una ocasión por su estado de salud. El juicio tenía que haber comenzado el lunes, pero fue pospuesto porque Encarnación no estaba en condiciones de declarar.

'Modus operandi'

El modus operandi de la presunta asesina y ladrona era siempre el mismo. Se presentaba en una vivienda con la excusa de la venta ambulante de joyas. Escogía muy bien a sus víctimas, que siempre eran ancianas demasiado confiadas. En el caso de Antonia, un vaso de agua le costó el robo. La acusada le pidió uno a la mujer. Cuando ésta fue hacia la cocina, Encarnación aprovechó para colarse en la casa, cerrar la puerta y atacar a la anciana.

La mataviejas, sin embargo, no fue muy hábil. Fue dejando huellas y restos de ADN allá por donde pasó. Una perito que declaró ayer aseguró que el material genético de la acusada coincide con el que se encontró en los lugares donde se cometieron los crímenes. "Sólo hay una posibilidad entre 106 trillones de que haya dos personas con ADN parecido", subrayó.

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El primer asesinato presuntamente cometido por la mataviejas se produjo el 18 de abril de 2003. Encarnación provocó la asfixia de una anciana de 96 años después de taparle la boca con el vestido de una muñeca y atarle las manos y los pies. Tres meses después, el 8 de julio de 2003, Encarnación terminó, también presuntamente, con la vida de otra mujer, de 64 años. Murió por asfixia, esta vez por un pantalón de pijama anudado al cuello con mucha fuerza.

Al juicio asistieron una quincena de familiares de Encarnación, de etnia gitana. A la salida de la Audiencia, varios de ellos se enfrentaron con un equipo de Telemadrid, al que intentaron agredir. La policía lo impidió. Encarnación se enfrenta a una petición de condena de 183 años de cárcel por dos asesinatos, allanamiento de morada, detención ilegal, robo con violencia y lesiones.

Mataviejas
Encarnación Jiménez declara durante el juicio.

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Sobre la firma

Álvaro Corcuera
En EL PAÍS desde 2004. Hoy, jefe de sección de Deportes. Anteriormente en Última Hora, El País Semanal, Madrid y Cataluña. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull y Máster de Periodismo de la Escuela UAM / EL PAÍS, donde es profesor desde 2020. Dirigió 'The Resurrection Club', corto nominado al Premio Goya en 2017.

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