El urbanismo se lleva por delante mayorías absolutas en la costa
Resiste el alcalde popular de Barreiros y el PSdeG conquista Muxía
Cuatro años después de que el Partido Popular exhibiese con orgullo su mayoría absoluta en Muxía para justificar la gestión de la catástrofe del Prestige, las urnas han desalojado a Alberto Blanco de la alcaldía estrella del PP en la Costa da Morte. Los escándalos urbanísticos y la redacción de un Plan General que beneficiaba a sus familiares directos han otorgado el bastón de mando al Partido Socialista, que sólo espera al recuento de votos de la emigración para saber si gobernará con mayoría absoluta o con el apoyo del único concejal nacionalista.
A unos kilómetros de Muxía, en otra de las localidades que ha experimentado un espectacular desarrollo urbanístico, el regidor de Cee, Antonio Domínguez se ha visto también perjudicado por los negocios inmobiliarios de su familia. Domínguez perdió el domingo tres de sus siete ediles y en su pueblo se perfila un bigobierno de izquierdas que con toda probabilidad encabezará la candidata socialista, Amancia Trilla. En el vértice de ese triángulo de municipios con gobierno popular, José Manuel Traba mantiene su cómoda mayoría con siete concejales al frente del ayuntamiento de Fisterra, que también se ha quedado sin suelo para edificar.
El ladrillo ha pasado factura además en los ayuntamientos de las Rías Baixas con el suelo más caro de Galicia. En Nigrán las protestas vecinales tumbaron hace un año el Plan General que beneficiaba a los compañeros en la directiva del Celta del todavía alcalde en funciones. Alfredo Rodríguez, quien ni siquiera optó a la reelección. Su sucesor como candidato se topó anoche con una sólida mayoria de izquierdas que encabezará el PSOE.
En Gondomar, donde el pasado febrero fueron detenidos dos ediles del PP acusados de cobrar comisiones ilegales, ha sido el BNG el que ha rentabilizado la sangría de papeletas sufrida por el Partido Popular y por el grupo de independientes Move Gondomar. Tui, en cambio, mantendrá como regidor al polémico Antonio Fernández Rocha, implicado en varios procesos judiciales, siempre que consiga entenderse con alguna de las formaciones escindidas del PP, entre las que se encuentra la que encabeza el ex conselleiro Juan Miguel Diz Guedes.
En Foz las municipales han penalizado a José María García Rivera, alcalde socialista conocido por haber otorgado más de 1.200 licencias urbanísticas sin los preceptivos informes técnicos en un solo pleno. García Rivera pierde un concejal y también la mayoría absoluta. Su pacto con el BNG con el que ha mantenido graves disputas en los últimos meses se antoja complicado. En el vecino ayuntamiento de Barreiros, que comparte con Foz costa y desmanes urbanísticos, el electorado refuerza al PP de Alfonso Fuente que repetirá al frente de la corporación.
En Oleiros peligra la continuidad de Ángel García Seoane, al que el PSOE pretende desalojar del poder; en Teo cae el popular Armando Blanco, y en Sada un ex del partido, Moncho, tiene las horas contadas en la alcaldía.
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