Núñez Feijóo se aferra al alza en el voto urbano pese a perder las ciudades
"Hemos ganado en sufragios y ha sido un éxito", señala el líder del PP
El equipo de Alberto Núñez Feijóo se aferraba anoche a la tendencia al alza del PP en el voto urbano y señalaba que sus candidaturas en Pontevedra, Santiago y Vigo se habían convertido en las listas más votadas incrementando notablemente sus resultados de 2003. Pero por primera vez en la historia democrática de Galicia la aritmética electoral deja al PP fuera del gobierno en las siete grandes ciudades. Y pierde la Diputación de Lugo, que siempre ha estado en manos del centro derecha. Xosé Manuel Barreiro no relevará a Francisco Cacharro en Lugo. Sin embargo y finalmente, Rafael Louzán sí repetirá mandato en Pontevedra. Año y medio después de salir de la Xunta, el partido que durante décadas había sido sinónimo de poder en Galicia aguanta en el irreductible feudo de José Luis Baltar en Ourense, donde también seguirá al frente de la institución provincial.
Al PP le faltó un concejal en Vigo, otro en Ourense y uno más en Pontevedra. Es la distancia que separa el éxito del fracaso y que llevó a Corina Porro a certificar en su primera comparecencia ante los medios que "Vigo tendrá un alcalde pedáneo". Con la sonrisa congelada en su rostro, la alcaldesa candidata reconocía su decepción. Y lo mismo hacía su homólogo en Ourense, Enrique Nóvoa, a quien también le faltó un "puñado de votos" para mantener su bastón de mando.
El tercer alcalde popular que concurría a los comicios, Juan Juncal, admitía abiertamente su derrota en las urnas felicitando al candidato socialista, Vicente Irisarri. Y mientras el presidente de la Xunta y secretario general del PSOE, Emilio Pérez Touriño, certificaba ante las cámaras de la TVG "las altísimas probabilidades" de que su partido se haga con la presidencia de tres diputaciones y siete de las ocho principales ciudades en Galicia, Feijóo y su equipo de asesores permanecían reunidos analizando resultados.
Y eso que a media tarde, el presidente del Partido Popular de Galicia se mordía las uñas en su despacho ante las encuestas de Ipsos Eco Consulting que colocaban a su partido como fuerza más votada en cuatro ciudades y le otorgaba todavía la posibilidad de seguir mandando en Ourense. La dirección del partido retrasó la primera comparecencia de su secretario general hasta las nueve de la noche. Cuando aún no se conocían los resultados oficiales, Alfonso Rueda aludió a "la prudencia necesaria a la hora de valorar encuestas" y señaló el "incremento de la presencia del PP en el voto urbano". Núñez Feijóo no compareció hasta cerca de la medianoche para resaltar que el PP sigue siendo la fuerza más votada. "Hemos ganado claramente las elecciones, con diez puntos de diferencia. Ha sido un éxito", aseguró.
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