La espectacular irrupción de Nafarroa Bai puede forzar el cambio de Gobierno
Unión del Pueblo Navarro sigue siendo el partido más votado y los socialistas mejoran ligeramente
El presidente saliente de Navarra, Miguel Sanz, celebrará hoy lunes un consejo de gobierno y propondrá a la Ejecutiva de su partido, UPN, ganador de las elecciones forales celebradas ayer, entablar contacto inmediato con el PSN-PSOE para gestionar la posibilidad de un gobierno de concentración en Navarra de amplia mayoría. La coalición gobernante hasta ahora, UPN-CDN, perdió su mayoría absoluta y se quedó en 24 escaños, frente a los 26 que suman el PSN-PSOE, que logra 12; la coalición Nafarroa Bai, que en su estreno consigue también 12; e Izquierda Unida, con dos.
La derecha de UPN está en el poder en la comunidad foral desde hace una década
La principal incógnita es saber cuál será la actitud del nuevo Ejecutivo con Euskadi
El futuro de Navarra, no obstante, no está claro. Fernando Puras, candidato del PSN, apostó por gestionar un gobierno estable en el que se defienda la identidad de Navarra, pero no especificó si hablará primero con Nafarroa Bai (NaBai), la gran triunfadora del día, o si lo hará con UPN. Patxi Zabaleta, candidato de NaBai, fue más claro al señalar que tras convertirse en la segunda fuerza de Navarra, el cambio de gobierno es sólo cuestión de voluntad por parte de los socialistas.
Los resultados de las elecciones al Gobierno de Navarra plantean la incógnita de saber si el nuevo gabinete mantendrá una política de relación preferente con el País Vasco, una actitud reclamada por el nacionalismo vasco y un sector de población vasquista de Navarra que, apoyando una Navarra con instituciones propias, demanda una mejora en la comunicación institucional con Euskadi y mayor respeto hacia la identidad vasca que profesa cerca de 25% del electorado.
Numerosos analistas destacan que un cambio en esa relación entre Navarra y Euskadi podría generar un nuevo escenario en los esfuerzos del Gobierno para conseguir que el terrorismo de ETA desaparezca. Batasuna ha centrado en dos aspectos, el derecho a decidir y la territorialidad, el eje de sus reivindicaciones políticas, y la búsqueda de una fórmula de relación respetuosa con la identidad propia de Navarra pero más fluida con Euskadi, constituye una importante vía para facilitar el éxito de las conversaciones con el Gobierno central.
Rechazo al nacionalismo
La derecha de UPN lleva gobernando Navarra desde hace una década y volvió a ganar ayer las elecciones recogiendo los réditos de un mensaje basado en la defensa de Navarra como comunidad propia y un rotundo rechazo a cualquier acercamiento a Euskadi y al nacionalismo.
Ni NaBai ni IU, que perdió la mitad de sus escaños, están dispuestos a entregar gratis su apoyo al PSN. En Nafarroa Bai se habla ya de una remodelación legislativa que permita a cualquier ciudadano de Navarra poder escolarizar a sus hijos en modelos educativos en lengua vasca, una posibilidad actualmente sometida a una zonificación geográfica.
La jornada de votación se desarrolló con normalidad, a excepción de algunos incidentes provocados por simpatizantes de ANV. Radicales próximos a Batasuna provocaron en ocho localidades navarras incidentes menores al abrirse los colegios electorales. Cerraduras boicoteadas con silicona, pintadas insultantes para algunos partidos y candidatos y el intento de una treintena de personas en Barañain, junto a Pamplona, de acceder por la fuerza a las urnas portando camisetas de ANV, fueron incidentes aislados. La Guardia Civil disolvió a los jóvenes en Barañain y presentó siete denuncias por el intento de asalto, además de otras dos denuncias contra personas que colocaban carteles junto a colegios electorales y otra denuncia más en Ansoain.
ANV sólo podrá tener representación en un puñado de municipios navarros, al haber sido anuladas la mayoría de sus listas incluida la que optaba al Parlamento de Navarra debido a que las integraban muchas personas vinculadas a la ilegalizada Batasuna.
El candidato del PSN-PSOE, Fernando Puras, basó su campaña en un mensaje de convivencia y tolerancia. Puras y los restantes miembros de sus listas al Parlamento de Navarra firmaron un documento comprometiéndose a no iniciar ni apoyar iniciativa alguna tendente a modificar el estatus jurídico y político de Navarra como una de las diecisiete comunidades autónomas españolas. La derecha foral, representada por la mayoritaria UPN -socio del PP- acosó sistemáticamente a los socialistas instándoles a que dijeran si pactarían con Nafarroa Bai porque esa coalición alimentaba el discurso del miedo a los vascos con el que UPN ha hecho su campaña.
Nafarroa Bai, un experimento político que reúne a Aralar -escisión de Batasuna que rechaza la violencia-, EA, PNV y Batzarre, aglutinó fuertemente el voto del nacionalismo vasco en Navarra y de los sectores que, sin ser nacionalistas, se sienten navarros y vascos desde el punto de vista social y cultural y se consideran maltratados por el gobierno regionalista de UPN. Junto a IU, castigado con un trasvase de voto hacia la opción de Nafarroa Bai, el PSN-PSOE ha buscado una alianza de progreso que modifique la política clientelar y de desmantelamiento de los servicios públicos practicada por el Ejecutivo de UPN-CDN en los últimos años. Una de las claves será conocer.
Con fuerzas muy parejas, la batalla electoral se dividió en Navarra entre los discursos identitarios -¿navarros y españoles?; ¿navarros y vascos?- y los diferentes programas socioeconómicos en una región que se sitúa a la cabeza del empleo en España y posee índices de bienestar y protección social muy por encima de la media española.
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