Solomon Frankel, brigadista británico
Organizó el campamento de los niños vascos refugiados en Inglaterra en 1937
Solomon Frankel, brigadista británico herido en la batalla del Ebro, murió el 18 de mayo. Voluntario en las labores de equipamiento del campamento que el Comité de los Niños Vascos improvisó en la campiña inglesa para alojar a los pequeños refugiados de la Guerra Civil, su ausencia se sintió especialmente ayer en Southampton.
En esta ciudad costera se conmemoró, a lo largo de la jornada, el 70º aniversario de la llegada de 3.826 niños vascos a bordo del Habana. El buque zarpó de Santurce con los evacuados y un grupo de profesores, médicos y asistentas, el 21 de mayo de 1937, y dos días después atracaba en el puerto de Southampton. Fue el primer gesto práctico de solidaridad británica con las víctimas de la Guerra Civil. El Gobierno de Londres aceptó a los refugiados a raíz del bombardeo y destrucción de Gernika, pero se negó a financiar el coste de manutención de los niños vascos.
Fueron voluntarios, como Sol Frankel, quienes atendieron a los menores en el campamento de North Stoneham, en el condado de Hampshire, y se encargaron de buscarles morada más estable con familias y asociaciones británicas. Él mismo solía recordar una trágica anécdota de su experiencia con los evacuados: "Una noche se anunció que los fascistas habían entrado en Bilbao. La noticia provocó una revuelta entre los niños. Se escaparon del campamento. Eran unos críos -los mayores de unos 14 años- pero echaron a correr. Estuvimos buscándoles toda la noche, intentando reagruparlos. Me llamaron fascista. Querían volver a España".
Solomon Frankel nació el 31 de marzo de 1914 en Londres. Sus padres eran inmigrantes polacos judíos que se instalaron con sus nueve hijos en Whitechapel, en el East End. A los 14 años dejó la escuela y comenzó a trabajar en los talleres de confección del barrio. Con el tiempo fue sastre de profesión y un notable ilustrador y acuarelista en sus ratos libres.
Creciendo en el East End en los años treinta, Frankel presenció los ataques antisemitas de la creciente formación fascista del National Front. Se alistó a la Liga Juvenil Laborista y, más tarde, al Partido Comunista, al que finalmente renunció para retornar, ya en su madurez, al movimiento laborista. De joven participó activamente en la histórica batalla de Cable Street, del 4 de octubre de 1936, genuino alzamiento popular londinense contra los fascistas ingleses. Los manifestantes les cortaron el paso en la calle Cable, entonces eminentemente judía, al lema, cantado en castellano, de No pasarán.
Al año siguiente, Frankel levantaba tiendas de campaña y habilitaba retretes en el campamento de los niños vascos. Y, ese mismo otoño, con 23 años, salía de Inglaterra para luchar contra el fascismo en España. Combatió con el batallón británico de las Brigadas Internacionales en Tarazona de la Mancha y en el Ebro. En julio de 1938, una bala le atravesó el brazo derecho, cortando tendones y nervios. Con el miembro permanentemente medio paralizado, regresó a Londres. Fue eximido del frente en la II Guerra Mundial, pero asistió como voluntario en las noches del bombardeo aéreo durante el Blitz de Londres. Su activismo político como hombre de izquierdas y defensor de la libertad nunca decayó. A España regresó por última vez en 2003, con ocasión del 65º aniversario de la batalla del Ebro.
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