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Reportaje:FERIA DEL LIBRO DE MADRID | ÁFRICA

Un coro imprescindible

- - Léopold Sédar Senghor (Senegal, 1906-2001), poeta y teórico controvertido de la negritud y del diálogo de culturas, fue presidente de Senegal entre 1960 y 1980 y miembro de la Academia Francesa. Seis obras, recogidas en Obra poética (Cátedra), constituyen su patrimonio poético. Diálogo de las culturas (Mensajero), uno de sus ensayos, tiene una vigencia innegable. Tras la obra de Senghor, destacan poetas como el malgache Jean-Joseph Rabearivelo (Casi sueños, Hiperión).

- - Ahmadou Kourouma (Costa de Marfil, 1927-2003). Con su novela más importante Los Soles de las independencias (Alpha Decay), Kourouma introduce la temática del desencanto hacia la independencia en la novela africana en lengua francesa. Además, lleva a cabo un trabajo original sobre la lengua francesa, que lleva la marca de su lengua materna, el malinké. Esperando el voto de las bestias salvajes (Aleph Editores) retrata con violencia los excesos de un déspota africano.

El guineano Donato Ndongo-Bidyogo retrata el drama de la travesía del estrecho para acariciar el sueño europeo
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Narrar de boca en boca

- - Mariama Bâ (Senegal, 19291981). Abre con originalidad la voz de la mujer a la palabra escrita. Su novela Mi carta más larga (Zanzíbar) es una pieza maestra de sensibilidad sobre los problemas de la mujer desde la mujer misma como sujeto de sus propias angustias. Desde entonces se han impuesto otras voces femeninas de su país como Aminata Sow Fall, Ken Bugul (La locura y la muerte, El Cobre; Riwan o el camino de arena, Zanzíbar) o la camerunesa Calixthe Beyala (Los honores perdidos, Seix Barral, y África en el corazón, Martínez Roca). En lengua inglesa, Amma Darko (Más allá del horizonte, El Cobre).

- - Chinua Achebe (Nigeria, 1930). Novelista y profesor universitario, su clásica novela de 1958 Todo se desmorona (Ediciones del Bronce) retrata la violencia de la penetración occidental en África Occidental y sus consecuencias al destruir las estructuras tradicionales. De su generación, destacan novelistas de expresión francesa como el guineano Camara Laye, el camerunés Mongo Beti, los senegaleses Sembène Ousmane y Cheikh Hamidou Kane.

- - Wole Soyinka (Nigeria, 1934). Premio Nobel en 1987. Más dramaturgo que novelista, su obra narrativa da un tratamiento contemporáneo al profundo mitológico de su cultura yoruba en consonancia con personajes muy comprometidos con el África actual. Entre otras de sus novelas, Los intérpretes (Plaza & Janés).

- - Henri Lopes (Congo-Brazzaville, 1937). A pesar de ocupar altos puestos políticos en su país de origen, su narrativa gira en torno a la crítica y sátira sociopolítica, a la figura del dictador o de los políticos corruptos, oportunistas que se caracterizan por el despotismo, el nepotismo y el clientelismo, tanto en su clásica novela Reír y llorar (Ediciones del Bronce) como en Caso cerrado (El Cobre).

- - Pepetela (Angola, 1941). Destacada voz de la narrativa africana en lengua portuguesa después de ser una de las figuras principales del movimiento de liberación de Angola. De su narrativa de un profundo compromiso sin desdeñar lo estético destacan El deseo de Kianda (Alianza) y El tiempo de los flamencos (Texto Editores).

- - Williams Sassine (Guinea Conakry, 1944-1997). Albino hijo de una cristiana y un musulmán, es con Tierno Monenembo el novelista más representativo de Guinea Conakry. Su obra gira en torno a la marginalidad y sus degradantes consecuencias como la violencia y las drogas. Céroe no es cualquiera (Barataria) es la única de sus novelas traducida al castellano.

- - Nuruddin Farah (Somalia, 1945). Ganador del Premio Neustadt Internacional por el conjunto de su obra, Farah construye epopeyas humanas que no desdeñan los detalles psicológicos de cada uno de los personajes. De su extensa novelística, destaca una trilogía de la cual dos volúmenes han sido traducidos al castellano: Regalos (Ediciones del Bronce) y Secretos (El Aleph).

- - Sony Labou Tansi (Congo-Brazzaville, 1947-1995). Tras las traducciones magistrales de Manuel Serrat Crespo de dos sus novelas, El antepueblo y Las siete soledades de Lorsa López (ambas en Muchnik), la gran novela (La vie et demie, 1979) de este poeta subversivo y renovador de la prosa africana de expresión francesa sigue siendo inédita en castellano. De su país también destacan grandes autores como Emmanuel Dongala (Johnny perro malo, El Cobre) y Alain Mabanckou (Vaso roto, Alpha Decay).

- - Donato Ndongo-Bidyogo (Guinea Ecuatorial, 1950). Periodista, historiador y novelista, es la principal figura de la literatura de Guinea Ecuatorial y su gran promotor por condensar dicha tradición en dos indispensables antologías, Antología de la literatura guineana (Editora Nacional) y Literatura de Guinea Ecuatorial (Casa de África). Su última novela, El metro (de inminente publicación en El Cobre), retrata las vicisitudes del drama de la travesía del Estrecho para acariciar el sueño europeo.

- - Ben Okri (Nigeria, 1959). Heredero de la fantástica imaginación de Amos Tutuola (Mi vida en la maleza de los fantasmas, Siruela), fue premio Booker en 1991 por su fábula mágica La carretera hambrienta, un significativo ejemplo de invención literaria y lingüística. De su narrativa, donde conviven lo maravilloso y lo fantástico, se puede leer igualmente Amor peligroso (Ediciones del Bronce) y Riquezas infinitas (El Cobre).

- - Mia Coute(Mozambique, 1955). Su mundo imaginario arraiga en las lenguas locales y en la cultura tradicional tras la guerra en su país. Intenta lograr una utopía esperanzada en Tierra sonámbula y Cada hombre es una raza (ambos en Alfaguara).

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