Un piano para los más pequeños

EN CHINA, donde veinte millones de sus compatriotas escogen el piano como base para el estudio de la música, Lang Lang es un ídolo que desata pasiones y cuenta con un club de fans que supera ya los dos millones de socios. "La música clásica goza de más prestigio que el rock y tiene un público tremendamente joven. La mayoría de los que acuden a mis conciertos son menores de 20 años, y me ven como una estrella. Mientras en Occidente preocupa el envejecimiento del público, China aporta nuevo público, muy joven y ávido de cultura internacional". El piano es el instrumento más popular y para ayudar a los más pequeños en su estudio del instrumento rey de la música clásica, ha diseñado un modelo de piano del que habla con orgullo. "Hay que estimular la imaginación de los niños, por eso todo está pensado para que aprendan a tocarlo como si fuera un juego, de forma amena y divertida. El modelo se llama Lang Lang Samick y tiene un sitio para poner el iPod y una pantalla para escribir y dibujar. Pienso divulgar mi propio método para progresar en el estudio del piano de forma más fácil y divertida".

Recuerda con emoción el impacto que recibió al ver, siendo un adolescente, De Mao a Mozart, un fascinante documental protagonizado por el violinista Isaac Stern que refleja la lenta introducción de la música clásica en China. "Fue muy importante porque nos descubrió otra forma de entender la cultura y la tradición musical europea. Me ayudó mucho". El pianista regresó en 2005 a su país para actuar en ocho de las ciudades más grandes de China. El documental Dragon Songs narra ese viaje de retorno, su reencuentro con su familia y sus profesores del Conservatorio de Pekín, así como el ambiente de los multitudinarios conciertos que ofreció.