El fugitivo de los atascos de Cádiz

Antonio García es un fugitivo. Huye cada día de los atascos que padece la ciudad de Cádiz. Al menos lo intenta. Tiene sus trucos: salir 15 minutos antes, buscar rutas alternativas, desviarse por otros trayectos más largos pero más libre de coches... La experiencia le ha convertido en un maestro del tráfico gaditano.

Antonio tiene 30 años y desde 2005 trabaja en la Diputación. Vive en Sanlúcar de Barrameda y cada día laborable cubre los 53 kilómetros que separan este municipio de la capital. Ida y vuelta. Sin problemas de circulación ese camino no le llevaría más de 45 minutos pero ha habido jornadas en las que ha soportado dos horas de viaje. "Escuchas la radio, te llevas algo de leer por si estás quieto un rato largo", explica. "Es mejor que cabrearse. El enfado es contraproducente", añade.

El principal colapso lo encuentra a la salida de Cádiz, en un punto negro como es el puente José León de Carranza. También la salida del casco antiguo gaditano es, a veces, complicada. Y encuentra además problemas a la salida de la Zona Franca.

Según su experiencia, la avenida de la Bahía, por la barriada de la Paz, es la mejor solución para evitar los atascos de las principales vías. Regresar siempre antes de las tres y madrugar es la principal clave.