La atención primaria necesita que la atiendan

Una pediatra de un CAP de Barcelona puede atender una mañana cualquiera de invierno a una media de 45 niños. Los profesionales aseguran que faltan medios. La atención primaria está en el punto de mira, es un servicio de proximidad y la puerta de entrada al sistema.

La consejera de Salud, Marina Geli, ha anunciado un plan de innovación de la atención primaria que tiene que estar listo antes de que acabe el año. El objetivo es que los médicos de cabecera ganen competencias. Para el sindicato Metges de Catalunya, la primaria está desbordada y asegura que los médicos de familia están pasando una media de 50 visitas diarias. ¿Cómo pueden abordar más competencias?, se pregunta el sindicato. Las visitas al CAP en Barcelona han aumentado del 10% al 17% entre 2001 y 2006.

El nuevo modelo de atención primaria pretende reducir los días de espera para la concertación de visitas a menos de dos. En la actualidad, el 73 % de estas peticiones ya logra visita antes de los dos días.

En Cataluña hay 7,3 millones de tarjetas sanitarias y 52.000 personas que esperan una de las 14 operaciones más comunes, como cataratas. La falta de médicos es una de las pruebas a las que tendrá que hacer frente la sanidad catalana en determinadas especialidades como es la pediatría. "Exportamos médicos a la Unión Europea e importamos de países suramericanos", afirma el doctor Joan Ramon Villalbí, adjunto a la gerencia de la Agencia de Salud Pública de Barcelona. Villalbí considera que la dotación de equipos de atención primaria en Barcelona es buena. En el pacto de salud de la ciudad 2003-2007 está previsto la remodelación y construcción de 11 CAP, a los que se han añadido 13. Hay un médico de cabecera por cada mil habitantes.

Los candidatos a la alcaldía de Barcelona, conscientes de la ansiedad que provoca en la ciudadanía todo lo relacionado con la salud, buscan fórmulas atractivas, aunque no siempre resulten viables para la cartera de competencias municipales. La ciudad cuenta con el Consorcio Sanitario de Barcelona, órgano participado en un 40% por el Ayuntamiento y el 60% por la Generalitat. El consorcio se encarga de planificar la salud y decide la construcción de un nuevo centro o la contratación de más actividad a un hospital. Precisamente, el alcaldable del PP, Alberto Fernández Díaz, quiere promover en el consorcio los empastes gratis para los menores de 16 años y mayores de 65. Sin embargo, la última palabra la tiene la Generalitat. El republicano Jordi Portabella apuesta por unidades especializadas en todos los hospitales para atención domiciliaria.

Las percepciones de los barceloneses sobre su salud son positivas. En Barcelona el 77,5% de las personas declara que su salud es buena, muy buena o excelente, según una encuesta realizada en 2006. Sin embargo, el mismo sondeo indica que tres de cada cuatro ciudadanos mayores de 15 años declara sufrir algún trastorno crónico. Además, un 11% sufre obesidad. El 57% de la población barcelonesa tiene exclusivamente una cobertura pública y el 41% doble cobertura.

Pese a los estereotipos, la encuesta pone de manifiesto que los nacidos en el extranjero que residen en la ciudad y la población autóctona hacen un uso similar de los servicios sanitarios.