"Los promotores mandan muchísimo en Valencia"
En el vestíbulo de la sede del PSPV hay una geganta de cartón-piedra que reproduce el rostro de la candidata socialista a la alcaldía de Valencia. Toda una metáfora del esfuerzo que Carmen Alborch va a necesitar para lograr la victoria en una ciudad donde el PP no ha bajado del 50% de los votos en las últimas convocatorias electorales.
Pregunta. ¿Rita Barberá es imbatible?
Respuesta. Estoy convencida de que Valencia tendrá el 28 de mayo otra alcaldesa. Va a producirse un cambio que ahora apenas se nota, pero que va a ser como un tsunami cívico que se percibirá con toda su fuerza el día de las elecciones.
P. ¿Cómo es Valencia?
R. Una ciudad hecha a zarpazos, con mucha eventualidad y muchas decisiones que se toman fuera de los despachos.
"Una vecina de El Cabanyal me dijo: 'Ahora nos miran con ojos de codicia" "Creo que la ciudad tiene la dosis suficiente de Santiago Calatrava"
P. ¿Existe un poder paralelo al municipal?
R. Lo que yo digo es que ciertos intereses casan muy bien unos con otros. Una vecina de El Cabanyal (barrio marinero amenazado por la prolongación de la Avenida Blasco Ibáñez) lo resumía muy bien: ahora nos miran con ojos de codicia. Y otra persona estaba convencida de que querían quitarle los sentimientos al barrio.
P. ¿Quién manda más, el Ayuntamiento o los promotores?
R. Los promotores mandan muchísimo. Hay operaciones en las que es evidente que se ha descuidado el interés general, que no se acaban de entender porque no se sabe muy bien qué gana la ciudad. Se toman muchas decisiones fuera del despacho de la plaza del Ayuntamiento.
P. Valencia en tres adjetivos
R. No cabe en tres adjetivos. Es una ciudad dual, contradictoria, seductora, desestructurada, desigual, laboriosa, descuidada, imaginativa, ruidosa... Es una ciudad que, en ocasiones, necesitaría de más calma.
P. Tres problemas
R. Uno que los resume todos: nos falta mejor calidad de vida. Para que los ciudadanos tengan una ciudad del bienestar deberían disponer de todos los equipamientos: sanidad, educación, transporte, a 15 minutos de su domicilio. Eso en Valencia sólo lo tiene cubierto el 10% de la población. Hay cerca de 700.000 personas que no tienen esa calidad de vida.
P. Y usted tiene la solución para esos problemas.
R. Yo lo que tengo es la voluntad de realizar unas inversiones más equilibradas y despilfarrar menos. La voluntad de hacer un gobierno más participativo y más transparente que establezca sus prioridades teniendo en cuenta las necesidades de la mayoría de los ciudadanos.
P. ¿Qué es lo que más le horroriza de su ciudad?
R. Más que un horror, lo que tengo muy presente es la tragedia del metro que puso al descubierto todas las deficiencias del transporte público. Y la falta de amor de este Ayuntamiento por sus barrios históricos. Los propios vecinos lo dicen: parece que exista una cierta voluntad de que estos barrios se deterioren para luego poder construir y especular.
P. ¿Valencia es una ciudad de eventos e intereses?
R. Quiero que quede claro que no tengo una visión catastrofista de la ciudad. Los valencianos siempre hemos sido emprendedores y me siento orgullosa de ello.
P. ¿No hay un exceso de calatravitis?
R. Creo que tenemos la dosis suficiente.
P. ¿De qué le gustaría que Valencia fuera capital?
R. De la vida buena. Una ciudad donde la gente se sienta bien, a gusto.
CONFESIONES DEL CANDIDATO
Un sueño: Ser alcaldesa de Valencia
Un libro: Madame Bovary
Un lugar: La playa de la Malva-rosa
Un personaje: Mary Wollstonecraft
Una comida: L'arròs caldós
Una música: La obertura de La flauta mágica
Un momento amargo: El encuentro con los familiares de las víctimas del metro
Un momento feliz: ¿Sólo uno?
Que la hace reír: Río con mucha facilidad
Un SMS: Sabéis lo que os digo, que a medida que el mundo se complica nos volvemos más inteligentes. Ánimo
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