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Crónica:La crónica | Elecciones 27M
Crónica
Texto informativo con interpretación

Elecciones en el pueblo del PAI

Soledad Gallego-Díaz

Moncofa (Castellón) es el pueblo donde, en algunas bodas, se ha llegado a gritar "viva el PAI", vivan los Programas de Actuación Integrada, que han permitido urbanizar 6,5 millones de metros cuadrados en plena playa y en los marjales que la rodean, y que han derramado una lluvia de millones sobre las familias locales. Mucha gente cree que el alcalde, el socialista José Vicente Isaach, arrasará el día 27, aunque existe una duda: saber si entrará en el ayuntamiento una Agrupación Independiente que aspira a actuar de bisagra entre el PSOE (seis concejales) y el PP (cuatro). Los únicos que siempre han votado contra los PAI, los de Bloc; tienen un concejal y no parece que se les augure gran futuro.

Ayer, a mediodía, la gente hacía cola para resolver gestiones en la Caja Rural, un edificio que ha sido remodelado para hacerlo más alto y recubrirlo de cristal negro, y que causa impresión en la mismísima plaza del Ayuntamiento. A diez metros, en la puerta de la Casa municipal, dos grandes mesas muestran las maquetas de las nuevas urbanizaciones en marcha con decenas de edificios de apartamentos. Ayer empezaba, teóricamente, una nueva fase: terminadas las varias filas de casas de cuatro alturas y chalés más próximos al mar, comienza la construcción en la zona reservada a torres. Paralelamente se está terminando la urbanización de las llamadas playas de Beniesma y Estanyol, continuación de lo ya construido.

Moncofa, pueblo que tenía hace dos años 5.400 habitantes, tiene ya 6.200 empadronados (nuevo censo para estas elecciones) y aspira a llegar rápido a los 10.000. Con las nuevas urbanizaciones completadas, los visitantes de temporada, en Moncofa playa, pasarían de 30.000 a 120.000.

En la avenida del Port, se cuentan 21 inmobiliarias en cuatro manzanas. El concejal de Urbanismo, el socialista Enrique Navarro, está satisfecho: "Vamos a tener un stand propio en la Feria de Urbanismo de Madrid", anuncia. Navarro cree que el PSOE va a volver a ganar porque aquí, dice, "la riqueza ha quedado bien repartida". El único problema son las discusiones entre grupos de vecinos porque sus anegadas de marjal (813 metros cuadrados) hayan sido destinadas a torres o a chalés, con la diferencia de precio que ello supone. "En cualquier caso, la anegada más alejada de la playa se está vendiendo a 20 millones de pesetas (120.000 euros)", aclara. (La más cara anda por el medio millón). En la playa, un cartel de expertos en assesosorament recomienda: "¿Estás pensando en vender una parcela? ¿Sin saber antes cuánto vas a tener que pagar?" (de impuestos, se supone). El cartel está a 20 centímetros de un viejo mosaico que anuncia que esa casa fue levantada en 1942 por Regiones Devastadas.

Moncofa es uno de los ejemplos de lo que ha sucedido en la costa valenciana, que en menos de cinco años ha pasado a ser una de las más construidas del mundo. De capa caída el textil, el juguete y el zapato, incapaces de competir con países emergentes, y poco rentable la explotación del naranjo, la construcción se ha convertido en el principal recurso económico. El deterioro de la huerta es tan espectacular que hasta la horchata se elabora ahora, en parte, con chufa importada de Burkina Faso o Malí. Estas son, quizás, las primeras elecciones municipales que van a reflejar el sentimiento de los valencianos ante ese modelo de crecimiento y esa destrucción del paisaje. Si las cosas son como se anuncian en Moncofa, dirán que su principal miedo es que bajen los precios y que el alcalde Isaach sólo está preocupado por la posibilidad de que a un consejero de la Comunidad (¿del PSOE?) se le ocurra un día imponer una moratoria.

Cartel electoral del candidato socialista en Moncofa en un paseo junto a un bloque de viendas.
Cartel electoral del candidato socialista en Moncofa en un paseo junto a un bloque de viendas.CARLES FRANCESC

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