La Bolsa se abre a los pequeños
Más de 5.000 empresas podrían cotizar en el mercado para 'pymes' que proyecta BME
La Bolsa española ha subido cotas históricas en los últimos meses. Si bien con algún sobresalto -inmobiliario- que la ha llevado a descender pronunciadas pendientes. Pronto se ha recuperado de las pájaras y regresa a puertos de primera. En este contexto, Bolsas y Mercados Españoles (BME) invita a las pequeñas y medianas empresas a subir con ella la rampa, y ha presentado un segmento destinado a ellas en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB).
El ambiente alcista y la experiencia de las SICAV llevan al gestor del parqué a confiar en el éxito de su oferta pese a los precedentes
A comienzos de año una pequeña empresa española dedicada a la publicidad y el marketing en internet, Antevenio, comenzó a cotizar en los mercados europeos. Concretamente en Francia, en Alternext, un índice francés para pymes. Antevenio no tendría que haber viajado fuera de haber existido el segmento que el pasado jueves presentó BME, el holding que gestiona las Bolsas y mercados de valores en España. Casi 5.500 "empresas expansión", como prefieren denominarlas los responsables bursátiles, podrían cotizar en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) antes de fin de año, según BME.
El MAB arrancó en febrero de 2006 con las sociedades de inversión de capital variable (SICAV). Si bien, ya desde el comienzo la autorización del Consejo de Ministros para su constitución contemplaba la creación de un mercado de valores para pymes.
Esta decisión abre las puertas al grueso de la economía española. Las pymes representan en torno al 65%, emplean al 79% de la fuerza laboral española y constituyen el 99% de las empresas españolas, apunta el gestor de los parqués españoles.
La salida al mercado aportará a este tipo de compañías las ventajas que aporta a cualquier empresa salir a Bolsa: fuentes alternativas de financiación para desarrollar planes de crecimiento, visibilidad ante los inversores o una valoración objetiva de la compañía.
Dadas las características de las pymes, los responsables de BME han decidido relajar los requisitos para acceder al Mercado Alternativo. Los gastos de acceso se reducirán; la obligación de presentar las cuentas cada trimestre se amplía a cada semestre, y se podrá entrar en el mercado lanzando una oferta pública, con un folleto informativo ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores y todo lo que conlleva, o no, simplemente con un documento informativo ante el MAB.
Para Félix González, adjunto a la dirección de Renta 4, la menor regulación no asustará a los inversores. "La necesidad de información en las grandes corporaciones es lógica, pero en las pequeñas hay que ajustarse. No irá en detrimento de la transparencia".
¿Las obligaciones? El capital flotante debe alcanzar al menos los dos millones de euros, la transmisión de acciones será totalmente libre, y tienen que designar un agente regulador.
El agente regulador
La figura del agente regulador será un elemento central del Mercado Alternativo. Asesorará a las empresas para alcanzar los requisitos financieros y legales exigidos, pero también vigilará por su cumplimiento. ¿Quién podrá ser agente regulador? BME inscribirá en el registro que abrirá a personas jurídicas como bancos, cajas de ahorros, auditoras o abogados que acrediten experiencia y capacidad para ejercer la tarea.
El buen momento de los mercados lleva a los responsables del Mercado Alternativo -Antonio Giralt y Jesús González, presidente y vicepresidente del MAB- a lanzar esta oferta y confiar en encontrar una buena respuesta. Auque no facilitan cifras ni objetivos mínimos iniciales.
El éxito obtenido con las SICAV -en más de un año han accedido más de 3.000- les alienta, y les lleva a no temer malas experiencias pasadas, como el segundo mercado que tras 21 años de funcionamiento ha fracasado (en la actualidad cotizan nueve empresas), o el Nuevo Mercado.
Lo sucedido en otros escenarios europeos también anima a BME. En Francia, un índice similar, Alternext, arrancó en mayo de 2005 y ya cotizan en él 83 sociedades. En el Reino Unido, la experiencia es todavía más antigua y su impacto mayor. En 1995 empezó sus actividades el Alternative Investment Market (AIM) y cuenta con más de 1.500 empresas.
Para hacer más atractiva su oferta, en BME aspiran a lograr ventajas fiscales. No tienen aún ninguna propuesta definida. "Sería una ayuda relevante", señalan sus responsables, "si vemos lo que ha pasado en otros mercados, nos anima a pensar que hay posibilidades de lograr descuentos".
Los analistas comparten las buenas expectativas. Pere Viñolas, de Riva y García, un banco especializado en la salida a Bolsa de pequeñas corporaciones, ve "muy oportuno" este tipo de iniciativas y una ayuda a las empresas pequeñas para que ganen tamaño. Más escéptica se muestra Beatriz Tejero, de Ibersecurities, quien prefiere esperar hasta que se defina el marco regulatorio definitivo. Si bien, ya adelanta que no ve ninguna competencia entre este mercado y los fondos de capital riesgo, típicos financiadores de empresas en expansión.
Para Viñolas la puesta en marcha del MAB debe ser rápida. Afirma que varias empresas se han dirigido a ellos para buscar un mercado en el que cotizar y si en España no se crea uno, saldrán fuera.
Antevenio, por su parte, sigue cotizando en Francia. Sus acciones comenzaron a cotizar a 6,77 euros y el pasado viernes cerraron a 7,68. En estos tres meses ya han comenzado a desarrollar su plan de expansión y han comprado una empresa de su sector por casi un millón de euros. ¿Y entrarían en el Mercado Alternativo español? "Nos daría más liquidez a la acción. Cotizar en España nos haría mucha ilusión", concluye Novick.
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