Las batallas electorales más allá de Barcelona
Las miradas están puestas en Barcelona, pero existen otros bastiones políticos en Cataluña que todos los partidos aspiran a conquistar. Son ciudades o diputaciones representativas que pueden cambiar de manos el próximo día 27 y que las formaciones políticas exhibirán a la mañana siguiente como uno más de sus valiosos trofeos.
En la mayoría de estas contiendas, Convergència i Unió aparece como el defensor de la ciudadela.En frente, tres partidos de izquierda que ansían erosionar la extensa y sólida red capilar nacionalista en la Cataluña rural. Y es que la formación que lideran Artur Mas y Josep Antoni Duran Lleida se presenta en 921 de los 945 municipios. Esta cifra la exhiben los nacionalistas como muestra de que, de momento, han sabido sortear su pase a la oposición parlamentaria. Al menos, en cuanto a confección de candidaturas, lo que es un envite mayor.
Pero los resultados del día 27 podrían deparar a CiU amargas sorpresas. El tripartito presenta conjuntamente 400 listas más que en los comicios de 2003, aunque buena parte bajo siglas independientes. Duran ya ha alertado que la presencia de más candidatos restará representación a CiU. La federación puede permitirse perder la alcaldía de pequeñas poblaciones, pero no así algunas plazas clave como Tarragona o las diputaciones de esa provincia y la de Lleida. Son demasiado valiosas para sus intereses una vez desbancados de la Generalitat. La merma de poder municipal podría abrir una mayor brecha entre los dos partidos de la federación, Unió y Convergència.
CiU estrena candidato en la ciudad de Tarragona. Joan Aregio, amigo personal del dirigente de Convergència Felip Puig, ha tomado el relevo del histórico Joan Miquel Nadal, que ha gobernado en los últimos años con el Partido Popular. Pero las escisiones internas en el PP -dos ediles presentan una candidatura independiente- amenazan la mayoría de ambas formaciones. El PSC luchará por configurar una alianza de izquierdas.
En Lleida, el convergente Isidre Gavín tiene su última oportunidad para alcanzar la alcaldía y arrebatársela a los socialistas, que estrenan candidato en la persona de Àngel Ros. El escenario más sombrío para CiU sería mantenerse en la oposición en La Paeria y perder la Diputación, presidida por Gavín.
En Vic es más que probable la victoria del democristiano Josep Maria Vila d'Abadal, pero su futuro dependerá de las alianzas poselectorales. En Manresa y Cornellà los socialistas han cambiado de candidato, pero sólo en la capital del Bages su alcaldía está en riesgo. En Banyoles, una vez superada su crisis interna, CiU presenta candidatura con excelentes posibilidades de victoria.
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