Color y boato para el Día das Letras

Una jornada súbitamente calurosa acompañó ayer las festividades del Día das Letras Galegas y su habitual mezcla de celebraciones. El boato institucional lo trasladó la Real Academia Galega (RAG) a O Courel, cuyos paisajes inspiraron los mejores versos de María Mariño, la poeta a la que se homenajeó este año. No faltaron tampoco las reivindicaciones, en las que se distinguió la Mesa pola Normalización Lingüística, que reclamó al Gobierno autónomo un giro drástico en la política de fomento del gallego. Pero la estampa más colorista del día se vivió en la ciudad vieja de A Coruña con el desfile del llamado Cortejo Cívico.

Los cantares criollos de las caboverdianas Batuko Tanbaka se colaron ayer entre recitales de poesías y canciones gallegas durante el ya tradicional Cortejo Cívico que cada 17 de mayo recorre las casas de ilustres de la cultura gallega por el casco histórico de A Coruña. La reivindicación del recorrido de este año, iniciativa de la asociación de vecinos de la zona, fue destinada a los futuros concejales de la ciudad, emplazados a galleguizar el callejero y recuperar los nombres tradicionales de plazas y lugares que fueron rebautizados durante el franquismo.

La reclamación, incluida en un manifiesto titulado A colleita do ermo, recuerda el desembarco en A Coruña durante las dos últimas décadas de miles de agricultores para reconvertirse en obreros y trabajadores de la ciudad. El paseo comenzó al son de Mr Dixie Jazz Band en la plaza de María Pita, donde la escritora Eva Veiga improvisó una conversación con María Mariño. Al pianista Alberto Conde le tocó interpretar A Rianxeira ante el Pazo Martelo, donde vivió el poeta Evaristo Martelo Pumán del Nero. El célebre cocinero Manuel María Puga y Parga, Picadillo; el editor y político Ánxel Casal así como el dramaturgo Francisco María de la Iglesia fueron también homenajeados ante las casas donde residieron. Al arquitecto Antonio Tenreiro lo recordó su colega Manuel Gallego ante el edificio de Puerta dos Aires que diseñó.

En memoria de Manuel Murguía y Rosalía de Castro, actuaron ante la que fue casa de ambos las cantantes de Cabo Verde. El cortejo finalizó en el atrio de la Colegiata, ante el edificio donde residió Pascual Veiga, el autor del himno gallego. La coral Polifónica El Eco y una representación plástica de unos versos de María Mariño, reproducidos en el suelo con granos de sal por obra del artista Ánxel Huete, pusieron el broche final a esta peculiar celebración de las letras gallegas.

Mientras, la RAG se trasladó a O Courel para recordar a la poeta de Noia con una ofrenda floral y un recital en el cementerio de San Xoán de Seoane, en el que está enterrada. La academia celebró después una sesión plenaria abierta al público en la antigua escuela de Seoane.

A Mesa pola Normalización Lingüística se distanció de los actos institucionales y festivos para destacar el significado del 17 de mayo como una celebración reivindicativa más allá de las declaraciones "retóricas, embaucadoras y cínicas" que difunden la idea de que "una vez al año, el gallego no hace daño", como ironizó su presidente, Carlos Callón. El responsable de A Mesa exigió a Touriño que cambie la política lingüística de su Gobierno o que destituya a la responsable de esa secretaría general, Marisol López.