Carmen Costa, cantante carioca
Fue una de las voces brasileñas más populares de los años cuarenta y cincuenta
Fue una de las grandes cantantes de las décadas de los cuarenta y cincuenta, la era dorada de la Radio Nacional en Brasil, en la que compartió las ondas con las voces de Marlene, Emilinha Borba, las hermanas Batista o la mismísima Carmen Miranda. Carmen Costa -su nombre auténtico era Carmelita Madriaga- murió el 25 de abril con 87 años, tras sufrir una insuficiencia renal, en el hospital Lourenço Jorge, de Río de Janeiro. Había nacido el 5 de enero de 1920 en Trajano de Moraes, una población del interior del estado de Río, y vivía en la actualidad en el barrio de Jacarepaguá con su hija, dos nietos y cuatro bisnietos.
Tenía 15 años y trabajaba como empleada de hogar en casa de Francisco Alves, mito de la canción en Brasil, cuando descubrieron sus habilidades vocales. El propio Chico Alves la habría animado a participar en el programa para novatos que presentaba Ary Barroso. Fue de las primeras en grabar a Luiz Gonzaga, el rey del baião, y cantó a compositores como Heitor dos Prazeres, Paulo Vanzolini o Henricão, con el que formó pareja musical y amorosa y que le puso nombre artístico en 1937.
Carmen Costa es parte esencial de la historia de las marchinhas de los carnavales en los que cantó estribillos como "tú te crees que la cachaça es agua". El carnaval de 1942 presenció el primero de sus éxitos con Está chegando a hora, adaptación que hicieron Henricão y Rubens Campos de la canción mexicana Cielito lindo. Sambas y marchas como Cachaça, Obsessão o Tem nêgo bebo aí se tornaron populares en la voz de Carmen Costa, que también inmortalizó el himno del Cordão da Bola Preta, famosa agrupación carnavalesca carioca.
Su popularidad la llevó a actuar en 1955 en la película Carnaval en marte, un año más tarde en Depois eu conto y, en 1958, en Vou te contá. Desde mediados de los cincuenta Carmen Costa había pasado a cantar de forma más intimista un repertorio del que sobresalen las canciones Quase, de Mirabeau, y Eu sou a outra, de Ricardo Galeno. Entre 1946 y 1948 -se casó en 1945 con el norteamericano Hans Koehler- y de 1959 a 1963 vivió en Estados Unidos. Y en 1962 participó en el histórico concierto de presentación de la bossa nova en el Carnegie Hall de Nueva York junto a Antonio Carlos Jobim, João Gilberto y Stan Getz.
En 1996 reunió varios de sus clásicos en el disco titulado Tantos caminhos. Como tantos artistas de su tiempo, y después de más de setenta años cantando profesionalmente, llegó a la vejez en una situación precaria: malvivía de una mísera pensión. Recibió la Orden del Mérito Cultural por parte del gobierno de Lula y logró que el Ayuntamiento de Río de Janeiro la declarase patrimonio artístico de la ciudad, pero medallas y diplomas no habían resuelto sus problemas económicos. Su nieto, el también cantante Gilberto Koehler, la acompañaba en pequeñas actuaciones que conseguía de vez en cuando. Con él cantó por última vez ante el público el 1 de abril, en el SESC Pompéia de São Paulo.
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