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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Los chinos que vienen

En su camino de pulverización de todos los récords sociales conocidos, China se dirige según los expertos hacia una nueva explosión demográfica que situará su población en torno a 1.500 millones de personas dentro de 25 años. Las implicaciones políticas, económicas y medioambientales de semejante crecimiento -en términos genéricos será China la cuarta parte de la población mundial- son tan decisivas como dilatadas en el tiempo y difícilmente acotables.

Las causas de este previsto auge de la natalidad son variadas, pero tienen que ver básicamente con la mejoría económica y el relajamiento de los controles políticos del partido único sobre la familia, en el viaje del gigante asiático fuera del comunismo. Los chinos más acomodados ya no acatan las directrices oficiales del hijo único, porque sus ingresos les permiten pagar las multas correspondientes. A otros varios millones de parejas formadas a su vez por hijos únicos, la ley les permite más de un descendiente. Y como argumento principal destacan los estudiosos el hecho de que muchos de los futuros contrayentes pertenecen al baby boom de hace 20 años, lo que inevitablemente contribuirá a disparar los nacimientos próximamente, en la línea de unos 20 millones anuales.

Las magnitudes exponenciales chinas abarcan todos los ámbitos y están estrechamente relacionadas. El incremento demográfico en ciernes no es explicable sin una masiva transferencia de población del campo a las ciudades o sin tener en cuenta un crecimiento económico sostenido, en torno al 10% anual, de consecuencias multiplicadoras. Tampoco es ajeno a las expectativas creadas por la explosión de un mercado de valores que ha subido más del 200% en menos de dos años. La bolsa de Shanghai, su principal exponente, gana un 40% en lo que va de 2007. A finales de la semana pasada, el volumen de transacciones en sus mercados superaba el del resto de Asia combinado.

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El mundo tiene cada día noticia puntual del incontenible ímpetu de Pekín por sus espectaculares requerimientos energéticos, lo invasivo de su comercio o sus compras de materias primas. Es este marco económico el que sirve de cuna a la explosión demográfica que se avecina y que hará de China el coprotagonista indiscutible de la historia del siglo XXI.

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