Rajoy recomienda a Zapatero que "barra su casa" antes de hablar de corrupción

Mariano Rajoy ha cambiado por completo el tono de sus mítines. Frases como "deberían exigir algo más que ser mayor de edad para ser presidente del Gobierno" o el "bobo solemne" quedaron atrás. Imbuido por una especie de síndrome de Tengo una pregunta para usted, el programa de TVE, Rajoy se excusa cuando critica al Gobierno: "Espero que esto no provoque crispación". Pero no elimina las cargas de profundidad: "Ese señor que está hoy en Valencia [Zapatero] ha dicho tolerancia cero contra la corrupción. Le voy a dar una idea. Que empiece a barrer su casa: Marbella, Ibiza, Arenillas, Sebastián, la CNMV. Y si no, a callar", dijo ayer en Alicante.

En TVE Rajoy parece haber descubierto que él, siempre con perfil de hombre de despacho, distante, puede encontrar su lado populista. Ayer, uno de los actos principales de la jornada fue el encuentro en Alicante con Asunción Bastías, la ciudadana que le preguntó por el sueldo de los auxiliares administrativos. Ella le presentó a su marido, que se llama José María Aznar. "Cámbiese el nombre y póngase Mariano Rajoy", trató de ganárselo el líder. El hombre rechazó la idea.

Rajoy apoyó en Alicante al candidato Luis Díaz Alperi, imputado en dos casos de desfalco y trato de favor, a quien calificó como "un buen alcalde". En Alicante y Murcia hizo dos mítines con mucha ironía y muestras de moderación. Aunque entre medias de los dos actos electorales se fue a una concentración de la AVT en Murcia con carteles que juntaban al presidente del Gobierno con De Juana Chaos, con el lema: "Zapatero no negocies con nuestros muertos, España no se rinde". "El Gobierno ha hincado la rodilla en el fango del dolor de las víctimas", dijo el orador. Rajoy, que no acudía a concentraciones de la AVT desde hace meses, lo hizo en campaña y junto a dos negras banderas de los ultraderechistas Alianza Nacional, que pedían la pena de muerte para los etarras.

Aún así, fue un paréntesis. Porque el estilo que ha elegido el líder del PP para la campaña es otro. Incluso en asuntos duros, como la agresión a concejales de su partido en el País Vasco. "Tienen mi solidaridad. Han sido agredidos por unos demócratas, claro. A lo mejor es que estaban crispados. Aquí si no dices que el de Valencia [Zapatero] es el mayor estadista europeo de los últimos tres siglos dicen que crispas y molestas", dijo entre risotadas del público.

El PP cree que en la Comunidad Valenciana y Murcia no corre ningún riesgo -la encuesta del CIS avala esta idea- sobre todo por el asunto del agua y el derogado Plan Hidrológico Nacional, que sigue centrando la campaña electoral en estas dos comunidades. En la primera, el líder sigue teniendo su plaza de registrador de la propiedad, en Santa Pola. Así cerró el mitin: "Volveré a mi plaza dentro de muchos años, porque antes tengo que hacer algunas cosas".