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Crónica:EL ENREDO
Crónica
Texto informativo con interpretación

La 'dolce vita'

YA LO CANTABA Rocío Jurado: Como una ola. Está uno gobernando tranquilamente, y de repente viene una ola, y luego otra y luego dos más. "Vaya, hombre, parece que hay marejada". A tres días de la campaña electoral, ha habido una votación en el Congreso de los Diputados y el Partido Popular ha conseguido dejar solo al PSOE. "Mecachis en la mar. Tanto repetir que el PP está solo, y ahora va y nos pasa esto". A continuación, se conoce que los partidos nacionalistas (CiU, PNV y BNG) están urdiendo un plan conjunto para formar futuras mayorías con el PP o con el PSOE. "Qué casualidad. Tenían que anunciarlo precisamente ahora". Josu Jon Imaz declara que no descarta futuros acuerdos con el PP. "¡Por todos los santos! ¡También Josu Jon!".

En fin, siempre nos quedará José María Aznar y sus delirios sobre la velocidad y el vino. Aznar es un genio

Con estas jugarretas políticas, que tan entretenida hacen la actualidad nacional, podría entenderse que alguien está lanzando un mensaje al Gobierno: se acabó la dolce vita. No basta con decir que el PP es horrendo y con haber traído las tropas de Irak. Puede ser, puede ser que haya mensaje. A veces, estos mensajes se colocan dentro de una botella, se lanza la botella y le das en la mandíbula a alguien. Por eso es muy importante para un Gobierno no tener la mandíbula de cristal y tener siempre presente que uno está en el poder básicamente para que le pongan a caer de un burro, no para que le digan lo bien que lo hace. Esto se lo escuché una vez a Felipe González (bien es verdad que después de dejar el poder). Contaba González una de sus antiguas conversaciones con Fidel Castro, cuando le intentaba convencer de que eliminara el delito contra la Revolución: "Hombre, Fidel, tienes que entender que no se puede meter a la gente en la cárcel porque te critique". Y Fidel contestaba: "Ya, ya, si ya sé que la democracia consiste en que a unos les pareces bien y a otros les pareces mal". Y González replicaba: "No, no, no te equivoques, Fidel. La democracia consiste en que unos se cagan en tu padre y otros se cagan en tu madre". Ese chiste debería figurar en la puerta de los gobernantes, al estilo de la voz que susurraba al césar: "Recuerda que eres un hombre". Una voz que susurrara: "Recuerda que eres un chiste".

Por razones desconocidas, no necesariamente paranormales, la convocatoria electoral le llega al Gobierno entre olas, y eso que el capitán Zapatero tiene fama de controlar los tiempos de navegación. Pues así será. La agenda europea tampoco es que esté saliendo a pedir de boca, aunque la diplomacia es una cosa muy misteriosa, y seguro que cualquier día de éstos se anuncia el nuevo eje Zapatero-Sarkozy-Merkel. Esto sí que le vendría bien a Zapatero: una agenda nueva. O, por lo menos, algunos temas nuevos que colocar en la agenda vieja. En los asuntos hispano-españoles siempre hay alguien que marca la discusión nacional: o ETA o el Tribunal Supremo o el PP o Pasqual Maragall o Manuel Conthe. En fin, siempre nos quedará José María Aznar, con sus delirios sobre la velocidad y el vino. Aznar es un genio. Habría que subvencionarle.

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