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Reportaje:Jeep Wrangler

El todoterreno mejor dotado para el campo

Marcos Baeza

Aunque se parece mucho al modelo actual, el nuevo Wrangler es un coche 100% nuevo y mucho más completo. Este icono de los todoterrenos mantiene su planteamiento como 4×4 rudo e imbatible en el campo, pero dulcifica su andar en carretera. Ahora presenta una carrocería más grande y con mayor empaque; un interior más amplio, refinado y mejor insonorizado, y tiene una mecánica y unos sistemas de protección acordes con lo que se espera de un coche moderno, por extremo que sea: monta por fin un motor diésel (2.8 CRD de 177 CV) y un equipo de seguridad con cuatro airbags y ESP.

Otra gran novedad es la llegada, por primera vez en sus más de 65 años de vida, de una carrocería de cuatro puertas que permite el uso familiar. Es medio metro más larga que la normal de dos puertas y ofrece cinco plazas y un maletero adecuado. El Wrangler corto tiene cuatro plazas y un espacio de carga pequeño. Las dos variantes están ya a la venta con precios desde 27.290 euros (dos puertas) y 29.950 (cuatro).

Los Land Rover Defender y Mercedes Clase G, otros dos todoterrenos míticos, son los únicos modelos con una mentalidad similar a la de este Jeep. Los tres son productos de origen militar y van a contracorriente: priman las aptitudes 4×4 por encima del confort o la estabilidad en asfalto.

Mecánica evolucionada

El diseño se mantiene casi igual, aunque el aumento de tamaño otorga al nuevo Wrangler mayor fuerza estética. El modelo normal mide ahora 4,22 metros de largo (antes, 3,88), tiene un interior más desahogado y cuenta con un salpicadero más moderno. La variante de cuatro puertas lleva el mismo salpicadero, pero llega a 4,75 metros de largo y ofrece una habitabilidad muy superior.

La mecánica es común y conserva las robustas soluciones de su predecesor, aunque evolucionadas: chasis de doble viga, suspensión por eje rígido delante y atrás, tracción 4×4 y reductora. Esta base potencia notablemente los recursos en el campo, pero penaliza la precisión de guiado y el confort en asfalto. Aun así, las mejoras en la aerodinámica e insonorización permiten circular por carretera con algo más de finura, aunque con un confort inferior al habitual en los todoterrenos actuales.

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El motor 2.8 CRD mueve bien el peso, permite alcanzar 180 km/h y está disponible con dos cambios diferentes: manual de seis marchas y automático de cinco. La gama se completa con una versión Rubicon, que incluye una mecánica más preparada para el uso 4×4 (ver recuadro izquierdo).

CINCO PLAZAS Y MÁS EQUIPAMIENTO

LO PRIMERO QUE LLAMA la atención al acceder al interior del nuevo Wrangler es el salpicadero, igual en las dos variantes (dos y cuatro puertas), y bastante más moderno, vistoso y cuidado que el del modelo actual.

En el Wrangler de dos puertas, el aumento de las dimensiones exteriores (de 3,8 a 4,2 metros de largo) ha ampliado considerablemente la habitabilidad. Tanto las butacas delanteras como las traseras tienen ahora espacio suficiente para los adultos, incluso para los más altos, aunque el maletero sigue siendo simbólico. En la versión de cuatro puertas, homologado para cinco plazas, el habitáculo es mucho mayor y el maletero presenta un tamaño generoso. En las dos variantes se pueden plegar los respaldos traseros.

El equipamiento, más completo y con los últimos sistemas de seguridad, representa otra mejora importante. Hay cuatro acabados: Sport, Sport +, Sahara y Rubicon. El Sport (27.290 euros en dos puertas y 29.950 en cuatro) viene con ABS, doble airbag (cuatro como opción), ESP, control de presión de ruedas, radio-CD con MP3, llantas de aleación y techo de lona. El Sport + (29.960 y 33.280 euros) suma aire acondicionado, ordenador de viaje, control de velocidad y techo de fibra. El Sahara (32.660 y 35.450 euros) añade cierre centralizado, elevalunas eléctricos, llantas de 17 pulgadas y una tapicería especial que repele la suciedad. Por último, el Rubicon, pensado para un uso 4×4 extremo (véase recuadro izquierdo), incluye elementos mecánicos diferentes y es el único disponible con el motor 3.8 V6 de 200 CV.

UN ICONO CON CASI 70 AÑOS DE VIDA

EL WRANGLER nació en 1941 como Jeep Willys, y aunque ha ido evolucionando, todavía mantiene la fisonomía del original (foto pequeña). Se creó entre Ford, Willys y Bantam por encargo del ejército estadounidense para utilizarlo en la II Guerra Mundial.

Al igual que sus antecesores, el nuevo tiene en las aptitudes camperas su punto fuerte. Relativamente pequeño y ligero, con buena altura libre al suelo (26 centímetros) y equipado con doble eje rígido, tracción 4×4 y reductora, supera casi cualquier obstáculo. La versión Rubicon va más allá, y añade diferenciales delantero y trasero bloqueables, una reductora con marchas más cortas y barra estabilizadora delantera desacoplable, que amplía de 30 a casi 50 centímetros el recorrido de la suspensión (foto grande). Estos sistemas lo convierten en el 4×4 más eficaz.

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Sobre la firma

Marcos Baeza
Redactor de Motor, especializado en producto y tecnología. Ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS, desde 1998, ligado siempre al automóvil. Sigue la actualidad del sector, prueba los nuevos modelos que llegan al mercado y analiza las tendencias y tecnologías asociadas, como la nueva movilidad eléctrica.

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