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Reportaje:

Europa está en Trasalba

La Fundación Otero Pedrayo y la Xunta rinden homenaje al trabajo europeísta de Nós

Si hay una vía de entrada a Europa, está en Ourense. El sueño de la generación galleguista por excelencia, Nós, no era endogámico, sino europeísta. Ayer, la casa de Trasalba, en la que Galicia se proyectó intelectualmente hacia el mundo, acogió la última de las jornadas de la Semana de Europa en Galicia. El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño puso el colofón aludiendo a la consigna de Vicente Risco, "poner en gallego la cultura europea", con la que se refirió al programa "revolucionario" de una generación "en otros aspectos tan conservadora". El presidente del Patronato, Víctor Freixanes, fijó posiciones: "Ésta era la casa de Otero y es la de todos los que tenemos su idea de Galicia: la nación de los gallegos de todo signo, porque el país lo construimos entre todos".

"La utopía de los años 20 todavía está vigente: Europa se llama Trasalba"

En la casa de Trasalba está todavía Otero. Como siempre. La Fundación que lleva su nombre se empeña en proyectarlo a la luz débil de la tarde con sus lecturas y escritos. Ayer, la jornada giró en torno a la presentación de la edición conmemorativa de la novela europeísta de Otero Arredor de sí desgranada por Ramón Villares y sobre la que Emilio Pérez Touriño editó un ensayo que la Fundación incluyó en un pac con una reproducción del facsímil. La voz de Susana Seivane versionando un sobrio himno gallego, tras su solo de gaita con el himno europeo, cerró el acto.

El modo de entender el mundo de la Xeración Nós se concita en Trasalba. "En esta casa están las voces de los grandes poetas, geógrafos e historiadores. Toda la cultura gallega pasó por aquí", sentenció el profesor Villares. "No ha habido ningún otro grupo intelectual en Galicia hasta hoy con esta vocación europeizadora antes de ser europeísta", señaló el historiador.

Villares reconoció que la voluntad de pensar Galicia en términos europeos es antigua "pero Nós tuvo otra visión", todavía vigente. Así se refirió a los "tres grandes viajeros" -Castelao, Risco y Otero Pedrayo- con los que "Galicia contribuyó a la forja europea". Ni siquiera el Xacobeo es ajeno a este afán -"Europa se hizo caminando"- ni el romanticismo, con Rosalía de Castro y Murguía que pensaron Galicia en términos igualmente europeos. "El celtismo", señaló, "se convirtió en la línea integradora de la comunidad gallega, ya que fijaba orígenes y condición".

Pero en los años 20, en los que irrumpe Nós, la idea empieza a ser menos racial y más cultural. Villares cita a Otero, a través de su personaje Solobrio -"Ser europeo es ser un gallego consciente"- para fijar el pensamiento de Europa como "autoafirmación y no como la solución de un problema", término en el que la planteaba Ortega: "España es un problema y Europa la solución".

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La idea europeísta que de Galicia tuvieron los nacionalistas ha adquirido matices, pero ha permanecido en el tiempo. Ramón Villares citó a la generación La Noche, de los años 50 y 60, que bajo el magisterio de Piñeiro la reiventó en lo político con el fin "de dar una salida al franquismo".

Pero asentados ya en la nueva Europa -la que se rige por criterios económicos- la "utopía de los años 20, de la pluralidad y la diversidad, está aún vigente: Europa se llama Trasalba", sentenció Villares.

Touriño también alabó la idea europea de Nós. "Fueron prejuicios recientes los que compusieron una historia de Galicia como país remoto y aislado, cerrado en sí mismo" y atribuyó su incorporación a Europa a los "galleguistas, demócratas y progresistas de todos los colores ideológicos".

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