Banda sonora para un cuadro
Ángel Mateo Charris (Cartagena, 1962) suele definirse como un pintor que escribe. Sus textos son como brochazos de colores fuertes en los que mezcla lo cotidiano con la aventura. Charris acostumbra a escribir textos en todos sus catálogos y también en los de sus amigos artistas. Casi siempre guardan una relación tangencial con las imágenes de los cuadros, pero puede ocurrir que se trate de historias surrealistas donde el humor y la ironía ocupan una parte destacada o cuentos que bien pueden leerse sin el marco de la pintura. "Más bien recrean el espíritu de las exposiciones, le ponen banda sonora a las obras o juegan a despistar para dar una clave más certera de sus intenciones o del artista aludido", se lee en el prólogo de Textos por catálogo. El arte y todo lo demás, un libro en el que se reúnen buena parte de los textos más literarios del pintor y que lejos de explicar su producción pictórica la abren a nuevas interpretaciones.
TEXTOS POR CATÁLOGO. EL ARTE Y TODO LO DEMÁS
Ángel Mateo Charris
Ayuntamiento de Cartagena
Cartagena, 2007
255 páginas. 18 euros
En muchos casos, el propio artista se convierte en personaje de sí mismo. Ataviado con llamativas camisetas o aupado en unos zapatos imposibles, que antes debieron pertenecer a un consumado bailarín y que él consiguió por un puñado de euros en un mercadillo, Charris se mueve por la vida tomando apuntes o disparando su cámara sobre los lugares que llaman su atención y que luego reconvierte en cuadros o en relatos. Convertido en un tubabu, un rostro pálido como llaman los malienses a los hombres blancos, se le escuchó cantar el Cumpleaños feliz bajó las estrellas de Djené mientras preparaba una exposición monográfica sobre el país de Toumani Diabaté. Con la soltura de la que son capaces los grandes tímidos, el pintor lanza un guiño a Ramón J. Sender y crea un personaje, Jorge Witt, que se mueve en su particular República de Cartagena o desvelar sin pudor los secretos que esconde Lady Beefeater, una anciana con vocación de viuda que necesitaba beber litros de ginebra para llenar el pozo abierto en su alma. Y aún más, "¿puede un tiburón enamorarse de una muchacha feúcha y tímida? No sé allí fuera, pero en el mar y en mi corazón las historias más imposibles son las más profundas y dolorosas", responde otro de los personajes creados por el pintor.
Como complemento a los relatos, el libro se ilustra con obras sobre papel y cartón realizadas por Charris entre los años 1987 y 2006. Las obras, que en su mayoría se muestran por primera vez, han sido realizadas en soportes tan variados como las historias a las que acompañan y ayudan a conocer una parte poco conocida de la actividad del artista, la dibujística.
¿Qué surgió antes el texto o los cuadros? Lo habitual es que ambas vías se intercomuniquen y que haya interferencias constantes. En el caso que nos ocupa forman parte de un proyecto realizado conjuntamente con el Ayuntamiento de Cartagena para conmemorar el 20º aniversario de La Muralla Bizantina, una sala de exposiciones, donde se exhiben en estos días los dibujos del pintor.
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