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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Curtis Harrington, director de cine

Se especializó en películas de terror de bajo presupuesto

Curtis Harrington sintió pronto la fiebre del cine y fue un inquieto cineasta aficionado desde su adolescencia. Tras graduarse en la Universidad de California, viviría en un tiempo en París, donde llegaría a escribir un libro sobre la figura de Josef von Sternberg que sería publicado por el British Film Institute. De regreso a EE UU, Harrington formaría parte durante años de un grupo de cineastas experimentales que recogía a autores como Kenneth Anger, James Whale y Bill Condon, y llegaría a adquirir gran reputación como creador de películas de vanguardia durante los años cuarenta y cincuenta. También ejercería de colaborador en publicaciones del prestigio de Sight and Sound y American Magazine.

Curtis Harrington no llegó a debutar como director "comercial" hasta los 39 años. Tras colaborar como productor asociado de Jerry Wald en la 20th Century Fox, filmó en 1961 Night tide, con Dennis Hopper como protagonista, una modesta producción en la que ya mostraba una mirada bizarra e inquietante que se traducía en propuestas visuales extremas, la mirada que con el tiempo le llevaría a ser definido como "Poe con un megáfono". Night tide ya era un anticipo de sus inquietudes, una intriga de terror que giraba en torno a una mujer disfrazada de sirena que tal vez fuera realmente un visitante marino. El inimitable Roger Corman, el Rey de la serie B, lo reclutaría en 1965 para producirle Voyage to the prehistoric planet, una aventura delirante y demenciada, con un maduro Basil Rathbone a la cabeza, en la que el planeta Venus está habitado por animales prehistóricos. Un año más tarde repetía con Corman como productor, y con Rathbone y Hopper como pareja protagonista: una nueva aventura freak, deliberadamente feísta, que a buen seguro inspiró a los creadores de Alien: una nave espacial rescata a un extraterrestre, una mujer de cabello verde, sedienta de sangre, que incuba siniestros huevos con los que reproducir su especie en la Tierra. Eran películas que, lejos de pretensiones, se agitaban entre el desenfado y el descaro.

Sin embargo, en 1967, la Universal lo contrata para dirigir La muerte llama a la puerta, un estupendo thriller con actores como Simone Signoret, James Caan y Katharine Ross, en el que Harrington se muestra también como aplicado orquestador de una intriga retorcida y morbosa, con una máquina de pinball como invitada siniestra. ¿Quién mató a tía Roo? (1971), probablemente su mejor película, suponía una macabra revisión de Hansel y Gretel, ambientada en la Inglaterra de los años veinte, en la que Shelley Winters buscaba una niña que reemplazase a su hija muerta, momificada en el ático de su casa. Harrington creaba una vanguardista atmósfera de pulsiones tan turbias como asfixiantes. Ese mismo año fue capaz de unir a Winters con una estrella como Debbie Reynolds en otra película de bizarras intenciones, ¿Qué le pasa a Helen?, una estruendosa combinación de terror, melodrama y musical.

Durante los años setenta, Harrington trabajó de modo constante en televisión. El telefilme Abejas asesinas (1974) se recuerda como un pequeño clásico, además de como la penúltima interpretación de la legendaria Gloria Swanson. Series fantásticas como La mujer maravilla y La fuga de Logan, además de algunas otras de diferente corte como Baretta, disfrutaron de la presencia de Harrington tras la cámara. Lamentablemente, la década de los ochenta no sería tan fructífera y Harrington se vería obligado a abandonar sus ambientes enfermizos para enrolarse en series como Dinastía, Hotel y Los Colby. Tras retirarse en 1987, volvería a dirigir en 2002. Usher es su testamento cinematográfico: con casi ochenta años entregó un mediometraje basado en el cuento de Edgar Allan Poe, plenamente experimental, repleto de creatividad, libre de ataduras comerciales, en el que él mismo interpretó el doble papel del hermano y la hermana protagonistas.

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