"Siempre he ganado"

Está preocupado por la imagen que da: se siente divertido, "de Sevilla", pero tiene el aspecto de un ejecutivo serio. Nació en La Rinconada (Sevilla) y es Libra del 57. Ocupa un despacho barroco y muy vistoso, que da a Plaza Nueva. Nos llevó a una terraza, a hacer fotos, con corbata. En el camino vimos que tenía un libro abriendo la fila de sus "lecturas pendientes", al lado del ordenador en el que escribe el blog del que ayer habló aquí Sergi Pàmies. Cuando nos sentamos a hablar pensé que le haría gracia que le dijera el título del libro que yo acababa de ver. Era divertido asociarlo con el hecho de que ahora quiera repetir por tercera vez -"siempre gano"- por el sitio de alcalde.

Pregunta. Expulsión de la bestia triunfante.

Respuesta. ¿Perdón?

P. De Giordano Bruno.

R. No conozco ese libro. ¿Me lo envía?

P. No, si ya se lo doy. Lo tiene usted aquí.

R. Ah, es que son mis libros por leer.

P. A Giordano Bruno lo quemaron.

R. Es que hubo ciertos momentos en que la única manera de hacer desaparecer ideas nuevas era quemándolas. Ya pasó. Pero aún llega algún vendaval del pasado.

P. ¿Cómo está el tiempo en Sevilla?

R. Está más calmo. Pero hemos pasado su crispación, y yo creí que era una cosa de Madrid.

P. ¿Y qué pasó?

R. Un contagio; se avivó después del 11-M y del 14-M. Una rebelión contra los resultados democráticos. Pasó aquí cuando gané la alcaldía, en 1999, y se repitió cuatro años más tarde, que gané también. Eso se fue moderando. Hasta que ganó Zapatero. Extremistas.

P. "Triunfante" pero no "bestia". ¿Le expulsarán?

R. Siempre he ganado, cada vez que el PSOE me ha confiado una elección. Creo en la democracia, estoy tranquilo.

P. ¿Y no cansa ser tanto tiempo alcalde?

R. No, cada día tiene su afán. Cuando estás cansado, de repente ves el resultado de tu trabajo. Compensa. Eso es lo bueno de la política local: ves en seguida los resultados.

P. Quiere que le quieran. Pero muchos no le quieren nada.

R. Me gusta que me quieran. Pero comprendo que no se puede actuar al gusto de todos. Ahora la gente quiere o no quiere al alcalde porque no le gusta una farola o una catenaria. Pero antes no lo querían por cuestiones éticas. Eso ya pasó. Aquí se pensaba que era mejor no hacer nada, era más productivo para seguir siendo alcalde. Rompí el tópico.

P. La Expo resultó, a pesar de las críticas que hubo aquí mismo. ¿Habrá que hacer otra?

R. El futuro ya no debe hacerse a base de impulsos. Vinieron bien para dar el gran salto, pero ahora el reto es la ciudad misma, el esfuerzo continuado. Es mi estilo.

P. ¿Gana usted o pierden los otros?

R. Esta vez hemos hecho un trabajo muy osado, que está dando resultado. Hemos conseguido blindar a Sevilla de la especulación urbanística. Mis adversarios se han concentrado en mi persona, y la gente ve la ciudad. Se han quedado colgados de la brocha.

P. ¿Y si ha hecho un trabajo tan bueno por qué le quieren echar?

R. Están en su obligación, es la política. Nunca estuve en la oposición, desde 1979 estoy en gobiernos, y me siento un gobernante. Debe ser muy triste siempre buscar defectos en los otros para echarles.

P. O sea que si no le votan se va.

R. No, yo he estado siempre donde han querido los ciudadanos.

P. Siempre en el machito.

R. Sí, porque los ciudadanos lo han querido. Ellos siempre tienen razón en democracia.

P. ¿Le da miedo no ganar?

R. En esta ocasión no. Hace cuatro años sí, porque quedaba mucho por hacer, y no me habían dejado hacerlo. Ahora hemos hecho muchas cosas, he puesto las bases para que se siga desarrollando un modelo de Sevilla. He hecho lo que tenía que hacer; si no le gusta a la gente... pues tendrán razón.

P. Tiene muchos periodistas en la familia. Hágase una pregunta y respóndala.

R. ¿Volvería a hacer todo lo que ha hecho? Pues, a pesar de todo, sí. Es lo que le da sentido a mi vida.