Nacionalismo en los ayuntamientos
El PA cree que su giro hacia el andalucismo rotundo le dará más votos
La cita del 27 de mayo es para el Partido Andalucista (PA) algo más que un examen: sus primeras elecciones después de la salida del Gobierno en la Junta y del cambio de dirección medirá la salud y el grado de supervivencia de este partido que, además de enfrentarse con brusquedad a sus antiguos aliados, ha redoblado el discurso nacionalista. Precisamente el retorno al andalucismo rotundo es una de los elementos que el secretario general, Julián Álvarez, sitúa en lugar preferente para conseguir aumentar espacio en los municipios: "Del rechazo a la reforma del Estatuto de autonomía hemos salido reforzados, el electorado nos mira con gran simpatía, y hemos clarificado el discurso".
De momento, subraya Álvarez, el PA ha batido una marca en cuanto a presentación de candidaturas (384, unas cuarenta más que la convocatoria de 2003) y entre los retos figura superar los 700 concejales (ahora tienen 667). Sin embargo, no hay que perder de vista que la crisis del cambio de dirección a finales de 2004 repercutió especialmente en el campo municipal: el alcalde de Almuñécar, Juan Carlos Benavides, se llevó el gobierno del consistorio y toda su agrupación, y también se fue el ex teniente de alcalde de Algeciras Patricio González, haciendo lo propio.
La linea argumental de la campaña para el conjunto de Andalucía es presentar al PA como una tercera vía frente al bipartidismo de PSOE y PP, y "sacar" a la comunidad del "estancamiento y la crisis institucional", sostiene Álvarez. La oferta concreta la lleva cada candidato, pero hay una lista de pinceladas para todos que se salen de lo común, como animar a los ayuntamientos a caminar hacia la estructura comarcal del territorio, una de las viejas aspiraciones andalucistas que no desaparece con los años de su programa municipal. En política urbanística y vivienda se apuesta por la vivienda en propiedad y dejar el alquiler para las grandes ciudades y colectivos muy localizados. Pretenden que sea un derecho que se pueda reclamar en los tribunales, como la salud y la educación, y proponen construir unas 200.000 en cuatro años, para lo que dicen que sólo hace falta cumplir a rajatabla la ley.
Los andalucistas aprobaron recientemente un código ético de sus cargos con el que quieren combatir la corrupción. Están obligados a hacer público su patrimonio y declaraciones de la renta. En materia urbanística, la propuesta es que los convenios y proyectos tengan la máxima publicidad. "La transparencia e información de los ciudadanos es la mejor manera de asegurar que todas las operaciones se hagan conforme a derecho", remarca el líder del PA. Sobre pactos y otras posibles alianzas, los andalucistas se comprometen a respetar la lista más votada, si bien dejan abierta la puerta a posibles excepciones. "Puede haber circunstancias especiales, como que no sea posible la gobernabilidad en un plazo razonable o que existan sospechas de corrupción. También evitaremos alcaldes que se perpetúan en el poder", sostiene Álvarez.
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