Una oleada imparable
Cuando en el año 2002, el entonces conselleiro de Política Territorial, Alberto Núñez Feijóo (PP), tramitó una nueva Ley del Suelo para Galicia, el efecto llamada fue tan intenso que las principales promotoras inmobiliarias españolas (empresas valencianas y madrileñas) comenzaron a comprar millones de metros cuadrados en la costa gallega. El caso es que la presión inmobiliaria tampoco cesó con las supuestas medidas proteccionistas del nuevo Gobierno del PSOE y el BNG.
En el año 2006 se han batido todos los récords de edificación de viviendas en Galicia y la previsión es que este año la construcción aún aumente por encima del 33%.
La presión sobre el territorio costero es tan fuerte que, en este momento, los alcaldes están tramitando (legal o ilegalmente) la construcción de 45 grandes urbanizaciones en primera línea de costa, 17 campos de golf y 24 puertos deportivos.
"No es imparable. En Nigrán demostramos que si los vecinos se movilizan, se puede parar un plan urbanístico y se puede detener esta locura inmobiliaria", señala uno de los portavoces de un nuevo movimiento, Galicia non se vende, surgido estos meses en Galicia, y que ha conseguido juntar a más de cincuenta asociaciones ecologistas de todo el territorio. Los datos indican que en 2006 se construyeron en Galicia casi 42.300 pisos y chalés y que en 2007 se harán 56.000 más.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
