El 'oráculo' busca sucesor
Warren Buffett pondrá 3.600 millones para que los manejen los candidatos
Warren Buffett es un consejero delegado muy especial. Tanto, que su fondo Berkshire Hathaway va a necesitar a varias personas para manejar sus inversiones cuando el llamado oráculo de Omaha se jubile. Y el bocado es tan suculento que Buffett ya tiene 700 perfiles de aspirantes. Pero los finalistas de este particular concurso tendrán que mostrar al segundo hombre más rico del mundo cuáles son sus habilidades.
El segundo hombre más rico del mundo gestiona activos por valor de 182.400 millones de euros
Buffett, a sus 76 años, tiene gran sentido del humor y su fortuna no le impide pasearse entre los accionistas de Berkshire chupando un helado o tomar un ukelele de la Quebe Sisters Band para deleitar a los 27.000 inversores que viajaron este año a Nebraska a escuchar sus consejos. Su mano derecha se llama Lou Simpson. Podría ser su sucesor natural. El problema es que también es demasiado mayor, 70 años.
El proceso de designación del sucesor se lanzó en octubre, aunque fue oficial el pasado 1 de marzo. Y durará un año, según Buffett. Lo único claro es que ninguno de sus hijos será el elegido, porque están muy contentos con lo que hacen y el interés de los inversores va por delante de la familia. El casco de consejero delegado lo llevará una persona de la firma, y para ese cargo ya tiene identificados a tres individuos.
La verdadera apuesta, sin embargo, está en el puesto gestor de inversiones, donde se concentra la clave de su negocio y lo que explica que una de sus acciones valga 80.000 euros. La regla es simple: se busca a un hombre o una mujer joven, con la paciencia y la inteligencia necesarias para manejar un efectivo estimado en 46.000 millones de dólares (34.000 millones de euros). Berkshire, creada en 1965 de una firma textil, gestiona activos por valor de 182.400 millones de euros, con acciones en más de 60 empresas, como Geico, General Re, Coca-Cola, Anheuser-Busch y Wells Fargo.
Como ya explicó Buffett en la carta a los inversores hace dos meses, el perfil del próximo rey de Wall Street sería: una persona reconocida en el mundo de las finanzas, emocionalmente estable, capaz de pensar y actuar con independencia, que sepa esquivar riesgos innecesarios y que tenga un buen conocimiento del comportamiento humano e institucional. La idea de Buffett es empezar a poner la tarta en manos de varios jóvenes inversores, tres o cuatro, a los que le daría entre 1.400 y 3.600 millones de euros para ver cómo los manejan, antes de depositar toda la responsabilidad en ellos. "Quiero ver cómo juegan, dándole un bloque de dinero para varios años y analizar cómo progresan sus apuestas", explicó. "El problema real es que hay mucha gente puede manejar bien 730 millones o 1.400 millones de euros, pero también deben ser capaces de hacerlo con 73 millones".
Suena como el guión de un concurso de televisión. Buffett, que tiene un sueldo anual de 7.300 dólares y sigue viviendo en su primera casa, no descarta que todo pueda quedar en manos de dos personas. Uno de los perfiles que sería compatible con ese puesto de gestor de fondos en Berkshire Hathaway sería el de Edward Lampert, verdadero tiburón de Wall Street, fundador de ESL Investments. Su olfato ha sido comparado con el del mismísimo Buffett.
La sucesión se abordó en la reunión anual de accionistas el pasado sábado. Buffett dijo que tiene listos 44.000 millones para invertir, aunque tiene difícil encontrar una buena oportunidad. En divisas sigue pensando en cualquier moneda que no sea el dólar. Habló del cambio climático y aconsejó que se actúe antes de que sea tarde. Y dijo que le gustan por igual los demócratas Hilary Clinton y Barack Obama para presidente de EE UU.
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