Control precoz de la malignización de los lunares sin extirparlos
El sol está directamente implicado en la aparición de melanoma, el más grave de los tumores de la piel. A pesar de los numerosos mensajes y campañas que se dirigen a la población para su prevención, el melanoma sigue siendo unos de los cánceres cuya prevalencia va en aumento.
Según el dermatólogo Ángel Pizarro, responsable de la unidad de lesiones pigmentarias del hospital Universitario La Paz, de Madrid, y del Instituto Madrileño de Oncología (IMO), deben estar sometidas a un mayor control las personas con antecedentes familiares y personales de este tipo de cáncer y aquellas que tienen un gran número de lunares o nevus por toda la superficie cutánea corporal.
"La dermatoscopia digital", explica Pizarro, "es un procedimiento diagnóstico incruento, inocuo e indoloro, que nos permite obtener y grabar una imagen muy aumentada de cada lunar o supuesta lesión, al tiempo que podemos percibir su estructura en profundidad. Su precisión es muy alta y facilita notablemente el diagnóstico precoz de una eventual malignización, que conduce a un tratamiento quirúrgico más sencillo y eficaz. A su vez, esta técnica evita la extirpación innecesaria de algunos nevus de aspecto atípico, pero de naturaleza benigna".
Este paso se realiza uno a uno con todos los lunares sospechosos; de ahí que el tiempo medio de un reconocimiento completo sea de unos 45 minutos. La técnica requiere un tiempo y también un entrenamiento por parte del dermatólogo para saber interpretar las imágenes. Todas quedan grabadas y pueden compararse con las imágenes obtenidas en una revisión posterior y, así, detectar precozmente la aparición de un proceso canceroso.
Más de 30 lunares
Está especialmente indicada como reconocimiento periódico en personas con más de 30 o 40 lunares. Y, por supuesto, ante cualquier lesión dermatológica sospechosa. "La dermatoscopia digital todavía no está muy extendida ni en los hospitales públicos ni en los centros privados, porque requiere más tiempo que el habitualmente empleado en una consulta convencional. Y sabemos que el tiempo es un recurso limitado en servicios con una gran presión asistencial. No obstante, también es de gran utilidad para el control periódico de cualquier nevus atípico en pacientes con pocos lunares, caso en que la prueba se realiza con mayor rapidez", advierte Pizarro. Requieren especial vigilancia los llamados lunares atípicos, que presentan un aspecto de borde y color irregulares, con asimetrías y un tamaño generalmente superior a seis milímetros.
El melanoma es un tumor que, si se detecta en sus fases más iniciales, tiene un 90% de posibilidades de curación tras su extirpación quirúrgica, puesto que, si el diagnóstico es muy precoz, la posibilidad de metástasis es remota.
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