El PSC dice sentir "cariño y respeto" por su presidente, pero no le pedirá que siga al frente del partido

El secretario de organización del Partit dels Socialistes (PSC), José Zaragoza, proclamó ayer que los dirigentes del partido consideran al ex presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, una persona "especial" con la que mantienen una relación de "cariño y respeto". Pese a todas estas alabanzas con que ayer Zaragoza quiso premiar a Maragall, el PSC no hará nada para que continúe como presidente de la formación hasta 2008 -y no dimita tras las municipales- y ni siquiera le pedirá que participe activamente en la campaña electoral.

"El PSC respeta todas las decisiones de su presidente y si él ha decidido que no quiere continuar presidiendo el partido, lo respetamos, igual que lo respetamos cuando decidió no presentarse a las elecciones autonómicas" del 1 de noviembre de 2006 como candidato socialista. Pero como entonces, su propio partido no le dirá ahora que continúe. Antes no lo hizo para que repitiera como candidato -Maragall ha dicho que José Luis Rodríguez Zapatero prefería a José Montilla- ni ahora lo hará para que siga al frente del PSC. "Ha dicho tantas veces, y desde hace tanto tiempo, que quería dejar la presidencia del PSC, que para nosotros ya es algo natural", apostilló el dirigente socialista.

Zaragoza rehuyó precisar el papel que tendrá Maragall durante la campaña electoral de las municipales, que empieza esta semana, porque la presencia de los dirigentes en los actos depende de "la demanda que hagan los distintos candidatos y de las agendas" de cada uno. Pero lo cierto es que, por voluntad propia o por una hipotética recomendación de la dirección, ningún alcaldable ha solicitado la presencia de Maragall. Éste sólo ha comentado que estará quizá en Miravet (Ribera d'Ebre), población por la que siente una atracción especial porque se celebró allí la primera cumbre de líderes de partidos para negociar el Estatuto catalán.

"Desencuentro interno"

Sus socios de Iniciativa Verds consideraron que la actitud que mantiene Maragall respecto al PSC supone un "desencuentro interno grave". "El PSC tiene un problema", señaló la portavoz ecosocialista Dolors Camats.

En la oposición, el presidente de Convergència i Unió, Artur Mas, intentó sacar provecho de las recientes manifestaciones del ex presidente y las calificó de "impagables" en favor de la federación nacionalista. De este modo, invitó al ex presidente de la Generalitat a que convenza a su partido de que la fórmula del tripartito es "un fracaso" y, por tanto, no puede seguir encabezando un Gobierno tras perder las elecciones autonómicas.

A juicio de Mas, el ex presidente ha reconocido implícitamente que su proyecto "de intentar cambiar España fracasó, que el tripartito que ideó en su momento también fracasó, al igual que las esperanzas depositadas en el PSOE y en José Luis Rodríguez Zapatero".

El Partido Popular también hizo su particular lectura. El parlamentario Daniel Sirera aseguró que la meta de Maragall es que un día Cataluña pueda ejercer la autodeterminación porque, señaló, "ahora vive en una permanente insatisfacción".