_
_
_
_
Tribuna:Si yo fuese alcalde de Alicante | Elecciones 27M
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Contra el imperio del ladrillo

Si yo fuese alcalde de Alicante procuraría conocer más y mejor la ciudad y sus habitantes. Utilizaría menos el coche oficial y más los zapatos. Tomaría un café en San Gabriel, un arroz con pata en San Blas y unos montaditos en Benalúa. Hablaría con la gente, con el quiosquero, la dependienta de la panadería y los jubilados que toman el sol en la Explanada y les daría la oportunidad de opinar sobre mi gestión y sobre los problemas de su barrio. Y no sólo con los votantes, también con quienes nos visitan, nuestra principal fuente de riqueza.

Si fuese alcalde de Alicante procuraría tener un proyecto coherente para mi ciudad. Y no sólo coherente, sino también compatible con los proyectos de las ciudades que nos rodean. Una ciudad que fuese limpia y segura. Con buenos transportes públicos, diseñados para los ciudadanos. Por ejemplo, para los jóvenes que se desesperan los fines de semana o en Hogueras mientras esperan un taxi o un autobús.

Si fuese alcalde de Alicante añadiría un lema al escudo de la ciudad: "Los ladrillos están al servicio de los ciudadanos y no los ciudadanos al servicio de los ladrillos". El lema debería figurar en las dos lenguas oficiales: el castellano y el valenciano académico o catalán. Como Alicante tiene la principal comunidad francófona de España, también debería ir en francés. Y en inglés, pero no sólo por los británicos, sino por los noruegos, los suecos..., aunque la lengua más utilizada en ciertos negocios es el ruso. No, no creo que tantas lenguas quepan en el escudo de Alicante.

Si yo fuese alcalde de Alicante haría feliz a mi abuelo Félix, militante de Izquierda Republicana, que fue alcalde y Juez de Paz de Carlet (Valencia) durante la República y la Guerra Civil. Pero haría infeliz a mi abuela Marieta que, viendo peligrar la economía familiar, no se cansaba de repetirle a mi abuelo aquello de "Félix, ¿alcalde? ¡de tu casa! ¿Juez? ¡de tu casa!". De todas formas, ahora que veo lo bien que les ha ido a algunos alcaldes de la costa mediterránea en sus asuntos domésticos puede que mi abuela Marieta no fuese tan estricta.

Si yo fuese alcalde de Alicante, mi abuelo Vicente me hubiese acompañado con orgullo a la toma de posesión, pero mi abuela Josefina hubiese visto con preocupación mis aficiones políticas. Además, en Alicante los domingos no se baila la jota aragonesa y ese tema para mi abuela no era negociable. Don Gregorio Mendel, un monje y genetista del siglo XIX, fue quien nos explicó por qué nos parecemos a nuestros abuelos. Así que me quedo con la duda de a qué actividad dedicaría más tiempo como alcalde de Alicante: si a procurar el bien común, a cuidar de la economía doméstica, a pasear con orgullo mis títulos o a bailar la jota aragonesa.

Pero no soy alcalde de Alicante, y además vivo en Sevilla.

Bernat Soria es catedrático extraordinario de Medicina Regenerativa y Director del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa.

Bernat Soria, a la derecha, junto a tres inmigrantes en la Explanada de Alicante.
Bernat Soria, a la derecha, junto a tres inmigrantes en la Explanada de Alicante.JESÚS CISCAR

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_