"El entrenador no es un jugador de ajedrez"

Ettore Messina (Catania, Italia; 47 años), campeón de Europa con el Virtus Bolonia en 1998 y 2001, y que el año pasado logró, con el CSKA, su tercer título, cultiva la cercanía con sus jugadores como clave para el éxito. "El jugador te respeta si ve que tratas a todos igual", asevera.

Pregunta. ¿Esperaba al Barça en lugar del Unicaja?

Respuesta. Todos lo esperábamos, pero ha sido muy irregular. Unicaja jugó un muy buen Top 16 tras una primera fase en que sufrió mucho. Ha reaccionado y eso infunde respeto y miedo. Es muy peligroso porque no tiene nada que perder y juega duro. Tienen muy buena defensa y en ataque son un equipo altruista.

P. ¿Qué piensa de Scariolo?

R. Se hace más fuerte en las dificultades y es fiel a su juego pase lo que pase.

"Scariolo se hace más fuerte en las dificultades, y la ACB es el campeonato más potente de Europa"

P. En los últimos años se repiten los finalistas de la Euroliga.

R. Suelen llegar seis: CSKA de Moscú, Panathinaikos, Maccabi, Tau, Barça y algún italiano. Tienen entrenadores expertos y buenos presupuestos. En cuanto al juego, tienen algo en común: jugadores con la cabeza fría que toman las decisiones correctas. Lo más importante y difícil es tener jugadores que hagan cosas simples bajo presión.

P. Póngame un ejemplo.

R. Garbajosa.

P. ¿También Navarro?

R. Tiene talento y es un artista, como Ginóbili.

P. ¿Son básicos los pívots?

R. Más que ellos, los que juegan en el poste bajo y hacen un buen balance interior. En nuestro caso, un escolta más alto.

P. ¿Desaparece el base puro?

R. Debe haber uno, aunque sea más alto de lo habitual. Tenemos a Papaloukas, Vanterpool y Holden, más Smodis, un ala-pívot que piensa como un base. Es importante tener a un hombre bajo y otro alto que piensen como un base.

P. ¿Mucha tendencia al triple?

R. Algunos lo hacen como producto de un buen balance entre el juego exterior y el interior, aprovechando que la defensa se ha cerrado bien. Otros, porque se quedan con lo más fácil.

P. ¿Optaría por la línea de tres como en la NBA [a 7,24 metros]?

R. Quizá estaría bien alejarla un poco, pero no tanto.

P. ¿Qué importancia da al tres?

R. Me gusta jugar con tres escoltas. Treses como Bodiroga, Parker o en su momento Epi son muy difíciles de encontrar, están desapareciendo. Encuentras, por ejemplo, a un tres-dos o a un tres-cuatro. En Rusia no hay bases, algo increíble en un país con tantos millones de habitantes.

P. ¿Hacia dónde camina el baloncesto europeo?

R. Me gusta mucho el juego de la Euroliga. Nos falta llegar a un acuerdo con la NBA para proteger a los jóvenes. Debería comprometerse a no enviarlos a la Liga de Desarrollo si no juegan y devolverlos a Europa hasta que estén listos. Para la Euroliga no es fácil negociar con la NBA. Aunque por cuestiones políticas no lo digan, todos tienen la idea de abrir el mercado a los países del Este, China y Japón. La NBA debe saber que nosotros no somos una colonia.

P. ¿La ACB es la única liga competitiva en Europa?

R. Es la más fuerte. En Rusia, los cinco o seis primeros son muy buenos, pero con los demás hay mucha diferencia. En España puedes perder en la cancha del último.

P. Lo ha ganado todo con el CSKA. ¿Le queda algún reto?

R. A veces, más que los triunfos, importan las personas con las que trabajas. Estamos lejos de casa, pero mi mujer y yo vivimos una buena experiencia. Quiero cumplir el año que me queda. Luego, me gustaría trabajar en España.

P. ¿Y la NBA?

R. Está de moda hablar de los entrenadores internacionales. Lo importante es que haya un directivo que se atreva a apostar por un entrenador extranjero. Entonces tendría mi oportunidad, aunque es muy difícil que un jugador estadounidense confíe en un entrenador que para él llega de Marte.

P. Usted cambia de jugadores sin cambiar de estilo.

R. Quiero jugadores que puedan jugar en dos puestos. Eso da versatilidad y reduce el riesgo cuando hay lesiones. Después, los sistemas cambian. Busco los que más favorecen el talento de los jugadores, siempre que ellos defiendan y no sean egoístas en ataque. Mis equipos siempre juegan fatal durante los primeros seis o siete meses porque probamos cosas.

P. No todos piensan así.

R. Hay dos cosas importantes: que los jugadores jueguen de manera natural, sin pensar demasiado, como un equipo. La segunda, que el jugador asuma la responsabilidad. El entrenador no es un jugador de ajedrez. No tenemos piezas, sino personas. Una parte de la escuela yugoslava ha ganado mucho con un gran control sobre los jugadores. Pero no todos son así: Nikolic, Obradovic o Ivkovic son diferentes. La cuestión no es controlar, sino tener jugadores responsables. Además, soy contrario a hablar de que ganamos y perdemos juntos. Eso es una nebulosa bajo la que se esconden muchas cosas. Si alguien ha jugado mal o bien, hay que decirlo. También yo asumo mi responsabilidad.