Los sindicatos reclaman libertad de expresión al grito de 'Ja en tenim prou!'

La inminencia de las elecciones municipales y autonómicas planeó ayer sobre las marchas sindicales convocadas en las principales ciudades de la Comunidad Valenciana con ocasión del Primero de Mayo bajo el lema genérico de Igualdad y dignidad en el empleo. La defensa de la libertad de expresión, el recuerdo a las víctimas del accidente del 3 de julio de 2006 en el Metro de Valencia o la apuesta de los oradores por un próximo cambio político en la Generalitat al grito de Ja en tenim prou! fueron el eje de las multitudinarias concentraciones que desfilaron en Valencia, Alicante, Castellón o Alcoi.

Los manifestantes pidieron la aplicación de la ley de Igualdad y la de Dependencia

Unas 10.000 personas en Alicante, 4.000 según la Policía Local; 500 en Alcoi; 6.000 en Castellón, 2.000 según la Policía Local; y decenas de miles en Valencia, según portavoces de UGT y CC OO, los dos sindicatos convocantes, tomaron las calles en una mañana ventosa para reivindicar la aplicación rigurosa de las leyes de Igualdad y de la Dependencia, y denunciar las cortapisas a la libertad de expresión en la Comunidad Valenciana o la escasa atención a las víctimas de accidentes laborales de parte de la Administración autonómica.

¡Ja en tenim prou!, título del largometraje elaborado por un colectivo de profesionales del audiovisual, artistas, activistas y asociaciones culturales que revisa en clave crítica la gestión del PP y cuya exhibición pública ha sido recurrida por la Administración autonómica, se convirtió en la consigna clave de la marcha en la ciudad de Valencia.

Bloques de federaciones sindicales, de jubilados, de empleadas del hogar muy mayoritariamente hispanoamericanas recorrieron con puntualidad extrema el centro de Valencia desde la plaza de San Agustín hasta la plaza de América. Un bloque compacto concentró a centenares de militantes de la Intersindical Valenciana. CGT, por su parte, prefirió tomar la plaza de Alfonso el Magnánimo, en pleno recorrido de la marcha como un gesto para subrayar distancias. La solemne Internacional adquirió aire de fiesta interpretada con dolçaina. Tambores y panderetas, auténticas batucadas, aligeraron el paso de la marcha y aportaron color inmigrante al desfile.

El nuevo logotipo de CC OO se exhibió, pero de forma minoritaria. Las letras redondas primaron en banderas y globos. Y la bandera tricolor desbordó con creces las contadas enseñas independentistas que se agitaron con rachas de viento de notable intensidad.

Joan Ignasi Pla, candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, se dejó ver arropado por varios miembros de la ejecutiva del PSPV y por la candidata a la alcaldía de Valencia, Carmen Alborch. Glòria Marcos, candidata a la Generalitat por Compromís pel País Valencià y máxima responsable de Esquerra Unida, hizo lo propio. Un poco más allá, pasó Enric Morera, secretario general del Bloc. Todos siguieron las alocuciones de Joan Sifre y Rafael Recuenco, secretarios generales de CC OO y UGT, respectivamente, que agradecieron su presencia. Los discursos fueron breves. Minutos antes de las dos de la tarde, los más militantes siguieron la fiesta en los jardines de Viveros.

En Alcoi, la fresca, una temperatura de apenas 11 grados, animó el apetito en el almuerzo en los jardines de L'Alameda previo a la marcha del Primero de Mayo, informa Lucía Gadea. Unas 500 personas acudieron a la convocatoria de CC OO y UGT. La marcha posterior fue caldeando el ambiente reivindicativo hasta que los manifestantes desembocaron en la Plaza de España, donde se leyó un manifiesto. La CGT se sumó con una fiesta reivindicativa en el Paseo de Cervantes.

Nubes y un fuerte viento ensombrecieron el arranque de la marcha en Alicante, informa Rosa Biot. El reciente intento de cierre de los repetidores de TV3 en la provincia de Alicante estimuló la demanda de libertad de expresión que reivindicaron los manifestantes. La especulación y el agresivo desarrollo urbanístico impulsados por las autoridades locales en Alicante fueron subrayados en las alocuciones finales. Luis Díaz Alperi, alcalde de Alicante por el PP, se convirtió en dardo de buena parte de las críticas. Los dirigentes sindicales exigieron también, en una marcha en la que participaron numerosos cargos socialistas, entre ellos la candidata a la alcaldía, Etelvina Andreu, y representantes de EU, que el Plan Rabassa se incorpore al planeamiento general de la ciudad para impulsar las centenares de viviendas protegidas que el alcalde había prometido a los vecinos de Alicante.

La jornada también fue desapacible en Castellón. Los participantes salieron pasadas las 11.30 horas de la Plaza de la Independencia y se concentraron en la plaza de las Aulas. Los oradores denunciaron la elevada tasa de temporalidad que sufren los trabajadores de Castellón y apostaron por la inversión en nuevas tecnologías