Irán participará en la cumbre de países vecinos de Irak como un gesto hacia EE UU
Teherán espera que Washington reconozca su papel en la región y acepte una reunión bilateral
Irán confirmó finalmente ayer que asistirá a la conferencia para la estabilización de Irak convocada los próximos jueves y viernes en Sharm el Sheij (Egipto). La noticia abre de nuevo la posibilidad de una reunión bilateral entre Irán y Estados Unidos. Pero consciente de que su participación es imprescindible para el éxito de la cita, Teherán espera una respuesta de la Casa Blanca. "Washington debe fijar un calendario de retirada y reconocer nuestro papel en la región", declara el viceministro iraní de Exteriores, Abbas Araghchi, tras explicar las reticencias que han retrasado la decisión de su Gobierno.
"El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, ha telefoneado hoy [por ayer] al presidente [Mahmud] Ahmadineyad requiriéndole nuestra participación, y éste ha aceptado", relata Araghchi a EL PAÍS. El viceministro, que encabezó la delegación de su país en la reunión preparatoria del pasado marzo en Bagdad y acompañará a la nueva cita al titular de Exteriores, Manuchehr Mottaki, no menciona el caso de los cinco funcionarios iraníes detenidos por Estados Unidos en Irak. Oficialmente, Irán no ha vinculado ambos asuntos, pero según un diplomático iraní destinado en Bagdad citado por la agencia semioficial Mehr "serán liberados en los próximos días".
"Nuestras reticencias estaban motivadas porque, en contra de lo acordado en Bagdad, se ha elegido el lugar de la conferencia sin consultarnos y por el formato", explica. En su opinión, incluir a países que no son vecinos de Irak corre el riesgo de rebajar el resultado. Además de Irán, Kuwait, Arabia Saudí, Jordania, Siria y Turquía, están invitados Bahrein, Egipto, los miembros del G 8 (que junto a EE UU agrupa a Canadá, Japón, Rusia, Reino Unido, Alemania, Italia y Francia), así como representantes de la Liga Árabe, la Conferencia Islámica y la ONU.
"Tal vez sea un buen gesto, pero Irak no necesita buenos gestos sino resultados tangibles", añade convencido de que la llave de la crisis está en el entendimiento entre Irán y EE UU. Y Teherán tiene claro cuáles son los frutos concretos que deben salir de Sharm el Sheij. "Hay que ayudar al Gobierno iraquí a cumplir con sus responsabilidades: el control de sus fronteras, la seguridad y las necesidades básicas de sus ciudadanos", resume. Sin duda, esa frase podría suscribirla también la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice. Pero EE UU acusa a Irán de desestabilizar Irak, algo que los portavoces iraníes desmienten con vehemencia. Incluso Ali Lariyaní, el alto funcionario que Ahmadineyad envió ayer a Bagdad para preparar la conferencia, tuvo que escuchar esas quejas de boca de Al Maliki.
"No debemos dar excusas a los terroristas y en Irak nos enfrentamos a un círculo vicioso: los terroristas justifican sus acciones por la presencia de tropas extranjeras y éstas dicen estar allí para combatir a los terroristas", señala Araghchi. Por eso su Gobierno defiende que "el primer paso es establecer un calendario de retirada de las fuerzas extranjeras que dé a los iraquíes un horizonte de independencia". Eso sí, "paso a paso y con un plan cabal".
Además, "Estados Unidos debe tener en cuenta las preocupaciones y temores de los vecinos de Irak", añade el viceministro. "Nosotros sufrimos durante ocho años una guerra impuesta por un líder iraquí, nos preocupa la presencia de grupos terroristas iraníes en su suelo y nos afecta directamente su inestabilidad", explica en referencia a las víctimas iraníes de las matanzas. "Cinco de las 65 personas que murieron en Kerbala ayer [por el sábado eran iraníes", concluye.
Horas después, un nuevo balance elevaba a 71 el número de muertos en el grave atentado de Kerbala, ciudad santa del chiísmo, informa France Presse.
Un británico muerto
Irak vivió ayer una nueva jornada de violencia. Un soldado británico resultó muerto por disparos de unos desconocidos en la ciudad de Basora, en el sur del país. Con esta muerte, ya son 12 los soldados británicos que han perdido la vida en abril en Irak, el peor mes desde la invasión, en 2003. También falleció ayer un soldado iraquí en un ataque contra un puesto de control del Ejército iraquí, en el barrio Al Salam, en el oeste de Bagdad. En otro incidente, nueve funcionarios del ministerio iraquí de Seguridad Nacional fueron secuestrados por un grupo armado.
En la provincia de Anbar, una de las bases de la insurgencia árabe suní y Al Qaeda en Irak, hombres armados incendiaron 15 camiones cargados con combustible y secuestraron a los conductores.
Mientras, una destacada periodista iraquí resultó gravemente herida en Bagdad a causa de los disparos de un grupo de hombres armados, según el Ministerio iraquí del Interior. Amal Al Mudarres, locutora de la emisora gubernamental Radio Bagdad, fue asaltada cuando salía de su domicilio en el barrio de Al Judrá. Mudarres, que fue trasladada a un hospital cercano después del tiroteo, es la presentadora de un conocido programa radiofónico, Estudio 10.
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