Las risas de Madrid
El martes termina en el teatro Alfil el XIII Festival Internacional de Humor de Madrid. Falta le hace a esta ciudad una buena ración de risas, porque la gente va por la calle con gesto adusto y mosqueo existencial. Ésta ya no es la capital alegre de otros tiempos. Por diversas razones, Madrid está un poco triste, como desangelada. Pero la risa es básica para la vida racional. El humor es la principal diferencia entre la humanidad y las bestias, como descubrió Aristóteles en su Poética: "El hombre es el único animal que sabe reír". Bergson, con menos propiedad y más sorna, añadió: "También es el único que hace reír". El humor es patrimonio del alma inmortal. Sin él, la vida sería un muermo inaguantable.
Madrid es un yacimiento de humor inagotable. Imagínate lo que sería una competición universal e intemporal. Sólo con jugadores de la cantera, se podría formar un equipo madrileño total. Entrenador: Miguel de Cervantes. Portero: Francisco de Quevedo. Defensas: Ramón Gómez de la Serna, Gran Wyoming y Miguel Gila. Medios: Enrique Jardiel Poncela y Miguel Mihura. Delanteros: Cansado, Pedro Reyes, Moncho Alpuente, Javier Krahe y Faemino. En el banquillo hay figuras foráneas, pero muy madrileñas: Luis García Berlanga (Valencia), Tip (Valencia), Coll (Cuenca) o Pepín Tre (cuya procedencia no consta en su biografía). Todo está a punto para el fichaje de Albert Pla (Sabadell). Es decir, lo que soñaba Juana la Loca para todo el mundo.
El humor tiene parientes malvados. La envidia es fuente de chistes. Se aparece a un tipo su hada madrina y le dice: "Te concedo el deseo que quieras, con tal de que a tu vecino le toque el doble". El tipo contestó: "Pues entonces quítame un ojo". El humor es también sarcasmo. Ayer hizo 62 años que Mussolini fue fusilado. Mañana hace 62 años que se suicidó Hitler. Este último no hizo caso a Ramón Gómez de la Serna: "Los que matan a la mujer y luego se suicidan, deberían hacerlo al revés".
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