Maragall afirma que Zapatero ha renunciado a la España plural

Pasqual Maragall fue un incómodo presidente de la Generalitat y lleva camino de convertirse también en un incómodo ex presidente. En una extensa entrevista que publica el lunes la revista mensual catalana L'Avenç, Maragall explica que se ha sentido personalmente traicionado por el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, de quien afirma que se ha echado atrás en la aplicación del proyecto histórico de la España plural.

Dos días después de que Maragall diera a conocer mediante una entrevista a un diario italiano su opinión de que el enorme esfuerzo político dedicado a reformar el Estatuto catalán "no ha valido la pena", ayer se conoció su evaluación del papel del presidente Zapatero en este proceso.

En el número de L'Avenç correspondiente al mes de mayo, Maragall pasa revista a su aventura como presidente y en particular a su empeño de reformar la relación entre Cataluña y España. A la pregunta de si se ha sentido personalmente traicionado por Zapatero, que se comprometió a apoyar el Estatuto que aprobara el Parlamento catalán, responde: "Sí, tengo la impresión de que el planteamiento inicial se ha perdido, y que el objetivo ambicioso que nos habíamos planteado, aquí y allí, peligra. Un paso atrás muy evidente".

El objetivo no era otro que el de dar un impulso a la concepción plural de España. "Pero cuando, en enero de 2006, Zapatero y Mas llegan a un acuerdo sobre el Estatuto en La Moncloa", explica Maragall, "lo que pasa es que vuelven a la filosofía antigua".

Lo que en aquel momento sucedió fue, según Maragall, que "el Zapatero federalista de Santillana ha dado paso a un Zapatero felipista. Volvemos a lo de siempre, la conllevancia: con Cataluña, lo que ha que hacer es soportarse, no querer convencerse mutuamente, porque eso nunca será posible. Es un paso atrás respecto al federalismo".

Maragall atribuye esta posición de Zapatero a que "fue encontrándose cada vez más con la situación real, con una España que no admite el federalismo que él había asumido, al menos aparentemente". Tras reconocer que Zapatero procede de una tradición republicana por lo menos federalizante, ya que no federalista, Maragall afirma: "todo eso se fue desgastando" y terminó en "una especie de realpolitik que no consistía en formular el proyecto histórico de la España federal, sino el de la conllevancia, que era el de Jordi Pujol y Felipe González".

En la entrevista, Maragall explica también, por vez primera, que a lo largo del proceso de reforma del Estatuto, Zapatero le dijo que prefería a José Montilla como presidente de la Generalitat. "Yo me llevaba el Estatuto, y él como presidente del PSOE proponía otro presidente de la Generalitat", dice.

El reconocimiento por Maragall de que el esfuerzo para reformar el Estatuto catalán no ha merecido la pena fue elogiado ayer por el presidente del PP, Mariano Rajoy. "Revela una cierta honradez por su parte, porque hay que ser valiente para decirlo", reconoció.

En cambio, el líder de ERC, Josep Lluís Carod, reprochó a Maragall que ahora diga algo muy parecido a lo que sostenían los republicanos cuando preconizaron el no en el referéndum estatutario y les costó la salida del Gobierno catalán.