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Un hombre armado intenta atentar contra el presidente del Consejo de Rectores turco

Tezic es un defensor del Estado laico y se opone a las reformas educativas de los islamistas

Juan Carlos Sanz

La amenaza de la desestabilización pesa de nuevo sobre Turquía. Un hombre armado con una pistola intentó atacar ayer en la ciudad de Ankara al presidente del Consejo de Rectores, Erdogan Tezic, un acérrimo defensor del Estado laico que se ha opuesto con firmeza a las propuestas de reforma educativa del Gobierno del islamista moderado Recep Tayyip Erdogan.

Los servicios de seguridad de la sede del Consejo de Rectores, también conocido como Consejo de Educación Superior, cerraron el paso al sospechoso, quien aseguró que quería visitar a Tezic. En su huida, el pistolero abrió fuego contra los agentes y secuestró un taxi para escapar por las calles de un céntrico distrito comercial de la capital turca. Un portavoz del Consejo de Rectores aseguró que el presidente no había sufrido ningún daño. Las cadenas de televisión turcas mostraron anoche imágenes del forcejeo en el puesto de control del edificio oficial grabadas por las cámaras de seguridad.

Horas después, el primer ministro anunció que se había detenido al sospechoso, información que fue confirmada por la policía de Ankara. El agresor, identificado como Nayrullah Iyigun, fue detenido en la estación de autobuses de Ankara, según la cadena de televisión NTV.

Este atentado frustrado parece llevar el mismo sello que el ataque en el que murió hace un año un alto magistrado del Consejo de Estado, el máximo tribunal administrativo turco, que se ocupaba precisamente de los recursos presentados contra la legislación educativa que ha introducido el Partido de la Justicia y el Desarrollo desde su llegada al poder, hace unos cinco años. Un abogado islamista radical fue detenido por el asesinato del juez.

Velo islámico

El partido de Erdogan ha intentado hasta ahora, sin éxito, promocionar la educación religiosa a través de las llamadas imam hatip o escuelas coránicas, así como acabar con la prohibición del uso del pañuelo islámico en las universidades. La legislación turca impide acceder a la universidad a las mujeres que cubren su cabeza según la tradición musulmana, al considerar el velo como un símbolo religioso, vetado en recintos oficiales en aras de los principios laicos de la república fundada por Mustafá Kemal, Atatürk, en 1923.

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La esposa del único candidato a la presidencia de Turquía, el actual ministro de Exteriores, Abdulá Gül, no pudo cursar estudios universitarios por llevar el pañuelo islámico. Hayrünissa Gül, de 42 años, acudió primero ante el Consejo de Estado turco, que desestimó su recurso, y después ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, pero retiró su queja ante ese órgano del Consejo de Europa, con sede en Estrasburgo, cuando su marido entró en el Gobierno.

En su última sesión, el Consejo de Rectores de Turquía reclamó la elección de un presidente de la República "imparcial y elegido por consenso entre los partidos políticos". Una de las principales atribuciones con las que cuenta el jefe del Estado turco -un cargo político con competencias aparentemente formales- es el nombramiento de los rectores universitarios, lo que le otorga poder de veto respecto a los aspirantes propuestos por los claustros universitarios.

Abdulá Gül, entretanto, emprendió ayer negociaciones con los presidentes de los grupos del Partido de la Recta Vía y del Partido de la Madre Patria, dos formaciones históricas ahora minoritarias, para garantizarse su designación por una mayoría cualificada de los dos tercios de la Cámara en la primera ronda de la votación parlamentaria. Esta decisiva votación para la política turca ha sido convocada para mañana, viernes. En caso contrario, deberá esperar a las siguientes votaciones para ser elegido por mayoría simple.

"Si el Parlamento aprueba mi candidatura, me comprometo a superar las dificultades que pueden surgir en una sociedad tan politizada como la de Turquía", aseguró ayer Gül. El actual ministro de Exteriores está considerado como un "mal menor" por la prensa turca, que hizo campaña contra una eventual candidatura presidencial de Erdogan, y ha sido bien recibido por el mundo de los negocios y por los sectores económicos en general, a los que ofrece una mayor garantía de estabilidad.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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